Desde sus experiencias y sus ámbitos de trabajo, tres de nuestros integrantes de la comunidad se dieron tiempo para contarnos cómo ha sido este proceso, tanto a nivel laboral como personal. Las trabajadoras de la Biblioteca Marisol Negrete y Katherine Rivas, junto al académico Mauricio Fuentes, son algunos de quienes han iniciado su retorno paulatino y voluntario.
En el caso de quienes trabajan en la Biblioteca “Dr. Hugo Behm R.”,que ya inicio su atención a público, hay un tema que es particular en relación al resto de quienes han regresado y así lo comenta Katherinne Rivas, Bibliotecaría jefe “este proceso ha sido intenso, porque estamos aprendiendo la forma de sobrellevar nuestras tareas de la mejor forma, siguiendo protocolos, normativas, etc. ante el contexto sanitario; con una preocupación permanente por las personas que asistirán a la Biblioteca, que éste sea un espacio seguro, pero también amable, confiable y acogedor”. Marisol Negrete su compañera de labores opina similar “para mi este proceso ha sido de aprendizaje, los protocolos, los aforos, pero aunque no lo creas estoy feliz de retomar mis labores, sentía que en mi casa avanzaba muy poco en lo respecta a mis labores en la biblioteca”.
Por otro lado Mauricio Fuentes, académico del Programa de Bioestadística, está asistiendo regularmente a su oficina desde el año pasado (excepto en períodos de cuarentena) ya que comenta que le es más fácil realizar las clases remotas desde su escritorio que en su domicilio. En este sentido a diferencia de quienes laboran en la biblioteca, el académico señala que tiene muy poca relación con otros compañer@s “ha sido muy poca la interacción, principalmente por tres motivos: a) que son muy poc@s los que vienen; b) los que lo hacen no vienen todos los días (por ejemplo, yo vengo sólo martes y jueves); c) por la ubicación de la oficina no hay conexión directa con las dependencias de la ESP, por lo que se reduce la posibilidad de contacto”.
A diferencia de Marisol que relata que en su caso se generó un encuentro “de mucho afecto y alegría, dado que muchos de nosotros, hemos perdido familia, amigos, entonces fue lindo poder volver a la Escuela, conversar y saber de cada uno de nuestros compañer@s” y Katherine agrega: “después de tanto tiempo sin vernos, ha sido emocionante y muy motivante ver a compañeras y compañeros de distintas áreas, conversar, saber cómo han estado, y volver a trabajar conjuntamente por un propósito común, que es tener a la Escuela en las mejores condiciones para recibir a la comunidad en el momento que sea posible”.
Para todos, sin duda compatibilizar el trabajo hibrido ha sido un nuevo desafío tratando de coordinar las tareas y los tiempos en la oficina y también en la casa, donde aún se continua con trabajo telemático. Marisol comenta que hace todo lo posible por cumplir “sobre todo cuando se es dueña de casa y lo que conlleva todas las labores domésticas” a lo que Katherine agrega que “hay algunas dificultades, pero ha sido posible, porque hay que considerar los tiempos de regreso a casa, más las labores del hogar y luego de eso, retomar el trabajo a distancia, sin caer en una sobre-exigencia”.
Mauricio refleja la complejidad en otro ámbito doméstico, en este caso el de los hijos “por la tranquilidad de la oficina logro avanzar mucho más en mis tareas, pero la cantidad de trabajo que debo realizar en la casa es muchísimo. En mi caso, tengo dos hijos chicos (de 10 y 5 años), y están asistiendo semana por medio al colegio, así que estar en la casa sigue requiriendo muchas actividades no laborales que no permiten sentarse a trabajar de manera continua durante el día”.
En la mira del retorno continuo
Actualmente, la habilitación de los espacios de las dependencias de la Escuela de Salud Pública, se ha orientado en el resguardo de las trabajadoras y l@s asistentes a los lugares habilitados como la biblioteca y atención de postgrado. Lo anterior siguiendo los lineamientos establecidos por el Comité Covid de la Facultad de Medicina y recogiendo la experiencia de otros espacios ya habilitados con anterioridad como son la Facultad de Medicina y la Biblioteca Central de la misma Facultad, lo que permitió elaborar un protocolo adaptado a las necesidades y realidad de nuestra Escuela.
En este sentido, las actividades prioritarias llevadas a cabo son la higienización y aseo de las dependencias, la instalación de señaléticas y la provisión de implementos de seguridad, lo que ha permitido que las actividades se inicien paulatinamente. “Desde la administración nos dieron confianza y todo lo necesario que está a su alance para brindarnos lo que se requiere. Pero hay que ir viendo en el camino dado que todos de una u otra manera estamos aprendiendo con el auto cuidado” señala Marisol Negrete.
En el mismo sentido Mauricio Fuentes comenta que cree que funciona bien “porque hay una consciencia general de las personas que vienen, además que como somos pocos se reduce el contacto”. Pero reconoce que hay aún hay falencias en algunos procesos “me parece que de poco sirve una medida como el formulario de declaración que hay que llenar. Se supone que pedirían el pase de movilidad, pero al menos a mí no me lo han solocitado nunca. Creo que exigirlo sería mucho más útil que el formulario”.
De la misma forma Katherine Rivas cree que se han hecho esfuerzos importantes, pero “siento que hay medidas de seguridad y protocolos por mejorar que seguramente, luego de un proceso de evaluación, se verá la forma de avanzar en estas materias. Por ejemplo, es necesario centralizar la solicitud de pase de movilidad habilitado o PCR negativo al día para personas que asistan a recintos cerrados; ya que es una responsabilidad mayor que en estos momentos deben asumir los/s trabajadores que atienden público, además se evitaría que una misma persona tenga que facilitar su pase más de una vez dentro de la facultad”.
A pesar de estos detalles, hay ganas de volver, a Marisol le gustaría volver todos los días, Mauricio reconoce que asistir dos veces a la semana es más efectivo que trabajar toda la semana en la casa “personalmente, yo volvería todos los días, siempre y cuando se resolviera bien lo del colegio de los niños” y esa es la parte importante tal como señala Katherine “creo que depende de la realidad de cada trabajador/a y de su entorno familiar. Si el retorno continua, debe ser con horarios bien definidos y que sean respetados por la comunidad para no caer en la sobrecarga laboral”.
Esta nueva realidad y la forma de retorno post pandemia, sin duda significan procesos de aprendizaje y evaluación continua, para que la comunidad no sólo de la Escuela, sino de la Universidad en general, sume el retorno de todos sus integrantes y también de los estudiantes, un tiempo y un trabajo aún en proceso.