Profesor Enrique Schisterman:

"La Escuela Internacional de Verano es uno de los programas más relevantes de Sudamérica"

Escuela Internacional de Verano es uno de los programas más relevantes

El investigador senior y jefe de la División de Epidemiología de Eunice Kenndy Schriver National Institute of Child Health and Human Development realiza por séptima vez el curso “Tópicos avanzados en epidemiología” en la Escuela Internacional de Verano de la ESP.

“Cada año es una nueva experiencia, porque actualizo el material con los últimos descubrimientos en métodos en epidemiología. También varía pensando quién participa en ese año. Hay que adaptarse a las necesidades de los estudiantes presentes en esta clase, dado que el campo de epidemiología es muy heterogéneo, al igual que su formación. Es súper importante ser flexible con el currículum para que ellos aprendan lo que más puedan. Me encanta este curso y espero que les guste a los estudiantes también”.

El profesor Schisterman señala que “la Escuela Internacional de Verano es uno de los programas más relevantes de Sudamérica. Los docentes son de primer nivel y los alumnos están excelentemente formados. Es un privilegio para mí ser parte del curso y de la escuela”.

Sus investigaciones

Obtuvo su grado de maestría en Estadística y su doctorado en Epidemiología en la Universidad Estatal de Nueva York, Buffalo. En general, sus intereses de investigación se centran en métodos epidemiológicos y epidemiología reproductiva. Tiene intereses específicos en biomarcadores y su impacto en la salud en general, en particular la salud de la mujer.

Su predilección se centra en ensayos clínicos en intervenciones que son de bajo costo como, por ejemplo, un estudio realizado en Utah, Colorado, Buffalo New York y Scranton, dirigido por el instituto donde trabaja, en donde se usó la aspirina para ayudar a parejas que querían lograr el embarazo. “Le dimos a un grupo elegido aleatoriamente una sustancia no especificada, es decir, no sabían si era aspirina o placebo, y al final del estudio observamos que quienes recibieron la aspirina tuvieron más bebés comparado con quienes recibieron el placebo. Por tanto, el estudio demostró que la aspirina incrementa la probabilidad de concretar el embarazo”, detalla.

Y agrega “un 63% tuvo al bebé en el grupo que tomó la aspirina comparado con un 52% en el grupo que recibió placebo. La recomendación fue tomar diariamente, a partir del segundo día de la menstruación, una aspirina para bebé, de 81 miligramos. Esta investigación duró 8 años y recién la terminamos este año, porque tarda mucho enrolar 1600 parejas que busquen el embarazo y además estén dispuestas a participar en el estudio”.

Señala que ahora el desafío es la búsqueda de efectos secundarios: “si el tratamiento influye en que el parto sea prematuro, en que se presente preeclamsia o diabetes gestacional y, también, cuál es el promedio de tiempo para lograr el embarazo. Estos resultados se podrán observar en un año más”.

Además, el académico inició hace un año otro estudio que consiste en administrar ácido fólico y zinc a 2400 hombres que se tratan por infertilidad en Utah y Minnesota, para el cual se espera tener resultados en 6 años más.

En relación a biomarcadores, cuenta que investiga “diseños de estudios nuevos que usan técnicas como poner las muestras de sangre de mucha gente junta y medirlo una sola vez. Esto porque si yo quiero estudiar la sangre, sale muy caro medirlo individualmente y sirve para ahorrar dinero y procesos. Este diseño me ayuda a predecir quién va a tener una enfermedad. Este es un estudio teórico que explica cómo se puede hacer matemáticamente”.

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