Directora de Magíster en Salud Pública de U. Montreal evaluó Plan de Salud Mental de Canadá

Directora de Magíster en Salud Pública de U. Montreal evaluó...

La investigadora Louise Fournier, quien tiene una maestría en psicología, es doctorada en salud pública, profesora titular en el departamento de Medicina Social y Preventiva (ESPUM) y directora del programa de la Maestría en salud pública y otros programas de segundo ciclo de la Universidad de Montreal, explicó que “el gobierno en Canadá actúa como el principal asegurador y administrador, que ofrece un sistema de salud universal gratuito para todos, el cual es financiado por impuestos, en donde cada provincia tiene su propio programa. Asimismo, existe un régimen de seguro de hospitalización desde 1961; de enfermedad en Quebec desde 1971; y uno de medicamento desde 1997, que incluye hospitalización, consulta médica. Sin embargo, no incluye cuidado dental, óptico ni psicológico. A menudo, empresarios ofrecen un programa de seguro complementario”.

Respecto a las características del Plan de Acción en Salud Mental 2005-2010 en Canadá, la doctora señaló que “tuvo un enfoque en la salud mental de la población, que consideró los trastornos mentales ligeros o moderados como la depresión o trastornos ansiosos; integró la salud mental dentro del sistema general de servicios; puso énfasis en los servicios de atención de primer nivel; aumentó la gama de servicios para niños; consideró promoción y prevención, hubo participación de usuarios de servicios y de su familia”. Entre los logros menciona que “registró una disminución de la tasa de suicidio y hubo un mejoramiento de servicios residenciales y de trabajo por personas con trastornos mentales graves”.

Asimismo en la reforma en salud mental de 2005, la investigadora destacó que la transformación “fue interesante porque reunió gran cantidad de actores del sistema de salud mental”, sin embargo indica que “crear equipos de SM no fue fácil porque los clínicos no tenían el conocimiento o la experiencia en servicios de primer nivel, la capacitación es importante. En algunas regiones hay muchas experiencias que son un éxito, pero aún queda mucho por hacer. Los dos cambios de estructura -en el sistema general de salud y en el sistema de salud mental- necesitan más tiempo para ser implementadas”.

Entre los aprendizajes de la intervención de esta reforma destacó “la importancia de recabar información cuando se quiere hacer una reforma para contar con datos; reconocer la necesidad de aumentar los recursos de los equipos de salud mental de primer nivel; y la dificultad para realizar una transformación de estructura y calidad de los servicios”. Asegura que “la principal falencia en Canadá ha sido la capacitación y disponibilidad de recursos, al igual que el Chile”.

En el balance positivo para la experiencia en Quebec afirmó que “en los proyectos de investigación usamos Chronic Care Model para enfermedades crónicas, como problemas de presión y trastornos de ansiedad, que incluye capacitación a equipos de salud mental pública, encuestas, soporte de autocuidado, etc.”.

Se le consultó acerca del Programa de Salud Mental en Chile y relevó que “en 20 años la salud mental ha tenido un gran progreso, sobre todo en el área de la psiquiatría, ya que cuenta con dos programas nacionales que trabajan con preadolescentes y adolescentes. Además rescato que realicen una evaluación antes y después del problema. En Quebec falta información de programas para hacer las evaluaciones y no ofrece una maestría o doctorado en salud mental. En cambio en otros países esto existe, por ejemplo, en México y Argentina”.

En enero de 2015 la doctora Fournier comenzó un viaje a México y hoy está en Chile para conocer la realidad y funcionamiento de la salud mental pública y analizar posibilidades de colaboración e intercambios. Luego de Chile será el turno de Argentina y Brasil.

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