Lunes 8 de julio de 2019
Desde la Salud Pública entendemos que salud, cuidados, educación, vivienda y pensiones son pilares básicos que sustentan a la sociedad en su conjunto, y que constituyen derechos humanos intransables que deben ser asegurados en forma equitativa por el Estado. Es por esto que, a más de un mes de iniciado el paro docente indefinido, las y los estudiantes del Magíster de Salud Pública de la Universidad de Chile apoyamos la lucha que está llevando a cabo el gremio docente y declaramos lo siguiente:
Vemos con preocupación las precarias condiciones laborales y de infraestructura que actualmente enfrentan las/os docentes, en tanto trabajadores/as de un sector público y feminizado, ya que las/os convierten en blanco de múltiples inequidades que finalmente afectan su salud, su bienestar y las/os desvaloriza injustamente en la sociedad. Ejemplo de lo anterior son: el no pago de la deuda histórica; el no reconocimiento de especialidades a las educadoras de párvulos y diferenciales; las extensas jornadas laborales y las escasas horas para el trabajo fuera de aula; los bajos salarios y las bajas pensiones a las que se ven enfrentados cotidianamente.
Por otro lado, nos indigna la insistencia de este gobierno, pero también de los gobiernos del duopolio precedentes, en normalizar la vieja práctica de elaboración de políticas públicas a puertas cerradas, expresada en la reciente imposición de regresivas reformas que afectan directamente a las y los ciudadanas/os más jóvenes, tales como: Aula Segura, Control Preventivo de Identidad Juvenil, Ley Antiterrorista, Sistema de Créditos Universitarios, Sistema de Admisión Justa, toque de queda juvenil y el actual proyecto de modificación curricular para 3º y 4º medio.
Asimismo, la intransigencia de la Ministra de Educación Marcela Cubillos, quien explícitamente apoyó al régimen militar cuando fuese dirigente estudiantil, y hoy se burla del movimiento docente a través de sus dichos y actitudes, ofusca al movimiento social que persigue alcanzar los derechos sociales que tanto se presume defender en las campañas electorales.
Dado lo anterior, creemos que la actual crisis abre una ventana de oportunidad que nos obliga a pensar el sistema educacional en su conjunto, entendiendo el aprendizaje como un derecho humano que debe ser guiado (y no impuesto) por expertos durante todo el ciclo vital en forma equitativa, que privilegie el pensamiento crítico en las nuevas generaciones para la transformación de la realidad hacia una más justa, y que dignifique en su paso a toda la sociedad.
De la nueva reunión del Colegio de Profesores con la Ministra Cubillos, esperamos que la unión de los distintos sectores sociales en torno a la preocupación por la educación pública, constituya una manifestación amenazante del agotamiento de los sectores oprimidos al verse sometidos continuamente por la política neoliberal que privilegia los intereses económicos de unos pocos. Así también, esperamos que la construcción de un nuevo sistema educacional sea participativo y dirigido por las/os docentes, estudiantes y apoderados, en tanto legítimos actores sociales de la educación pública.
Estudiantes del Magíster de Salud Pública de la Universidad de Chile, cohortes 2017, 2018 y 2019.