Profesora emérita desde el año 2006

El adiós de la doctora Aída Kirschbaum

El adiós de la doctora Aída Kirschbaum

Profesora emérita de nuestra institución, la Dra. Kirschbaum figuró entre las epidemiólogas más distinguidas del país. Nació en 1919, estudió Medicina en la Universidad de Chile, donde se tituló en 1944, y luego se formó en Estados Unidos y Suecia en las áreas de enfermedades infecciosas, pediatría, inmunología y enfermedades crónicas. Durante su carrera realizó 108 estadas cortas en universidades internacionales de prestigio como Harvard, Columbia, Cambridge y Oxford, entre otras.

En sus comienzos incursionó en la pediatría y la parasitología, pero desde 1962 su interés se volcó a la epidemiología, entregándose con singular entusiasmo a la docencia e investigación. Publicó tres libros como autora, 59 artículos en revistas nacionales y 11 en revistas extranjeras, el último en el año 2005, abarcando diversos aspectos de la epidemiología de numerosas enfermedades. Dirigió o participó en alrededor de 85 tesis y formó una pléyade de académicos que ocupan relevantes puestos administrativos.

Recibió diferentes distinciones, tales como el Premio a la Trayectoria en el III Congreso Nacional de Epidemiología; el Premio de la Sociedad Científica de Chile y de la Fundación de Cardiología; asimismo, fue nombrada Profesora Emérita del Colegio Médico.

Su labor profesional ha sido destacadísima; influyó en la elección de vacunas antisarampión para las campañas chilenas, dio impulso al desarrollo de la neuroepidedemiología a través de sus estudios de epilepsia en el niño, y fomentó la instalación de vacunatorios. Todo ello la llevó a ser nominada consultora OPS en investigación epidemiológica en la región de las Américas.

Fue una de las pioneras en la medicina y en el desarrollo de la salud pública chilena, en una época en que pocas se atrevieron a tomar el desafío de ser mujer y profesional, haciendo historia en una silenciosa lucha por los derechos de género. Hasta muy avanzada edad sorprendió con su tremenda vitalidad y dedicación, especialmente frente a sus discípulos. En ese espacio, la menuda doctora Kirschbaum desplegó siempre y sin aspavientos su fortaleza y sabiduría, en una entrega de conocimientos y experiencias llenos de amor y generosidad.

Junto a los doctores Ana María Kaempffer y Ernesto Medina Lois contribuyeron de manera decisiva a que la Escuela de Salud Pública de la Facultad de Medicina llegara a ser la mejor entre sus pares, junto con las de Hopkins y Londres, según lo reconoció la Organización Mundial de la Salud en 1988.

Además, la Dra. Kirschbaum fue madre de la profesora titular y ex decana de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Dra. Marcela Pizzi Kirschbaum.

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