Después de mucho darle vueltas en mi cabeza finalmente he decidido, Carola, amiga de siempre, compartir con otros (as) amigos (as) lo mucho que me ha costado y me sigue costando aceptar que no tocarás a mi puerta y parada en el dintel de la entrada a mi casa, con tú hermosa sonrisa de siempre, me dirás, “hola gringa, ¿cómo estás? … vengo a contarte algunas cosas que tenemos que cumplir y a tomarme un rico café, aunque sé que será sin pancito y menos aún, con galletitas.
Así de simple sería el inicio de una nueva jornada de trabajo… pero no ha sido, claro que no, pero los sueños son así… imaginar lo que se desea y es deseado silenciosa y profundamente por tantos años… tantos como 46 años .. así es, 46 años de ausencia-presencia tuya en mi vida.
Como tantas veces también, me he sentado en el brazo del sillón que está cerca de la mesita redonda, donde ha estado por tantos también, tú hermosa foto que me mira con una curiosa mezcla de tristeza y desafío, como diciendo “es cierto, toco a tú puerta en un imaginario que no se puede transformar en realidad, ya que estoy súper cansada recorriendo caminos desconocidos en busca de la verdad, que no logro encontrar y contártela” … lo siento gringuita, pero tendrás que seguir esperándome y retándome como lo haces cada tanto, sin recibir respuestas.
¿Cómo te atreves Carola? tengo tantas cosas que hablar contigo almacenadas en mi alma y en mi corazón que necesito compartir y es solo contigo…. Contarte de mi familia, de mi trabajo y de lo que espero seguir aportando al Sistema de Salud… de lo mucho que me duele ver como tantas cosas construidas en el pasado, han sido destruidas sistemáticamente por los de siempre… me refiero a la derecha que no da tregua… también contarte de aquellos que siguen en la lucha por una Sociedad más justa e igualitaria, de los que seguimos levantando la mano con el puño en alto y tratando de ser solidarios cada vez que podemos… que mi casa está limpia y ordenada como sabes que me gusta aunque esta casa actual no la conociste y tal vez por eso no puedes tocar a mi puerta y sonreírme…
Que sigo trabajando como loca, cada día, mes y año de la vida que me queda siempre pensando y creyendo que es la tarea, aportar, compartir, enseñar- estudiando, solo que ya no es tan simple ya que “los goznes” me están fallando… en mi mano derecha, en mi rodilla derecha (menos mal que son de la derecha y no de la izquierda, digo en broma) … pero sigo adelante… no hay treguas, no puede haberlas, no debe haberlas…
Sentada allí me siento cerca de ti, esperando juntarme en un Hoyo Negro del espacio el día que me muera, tontera mía claramente, pero es una manera de atenuar la pena-rabia-ausencia que persiste… No te enojes conmigo… tú sabes que soy así y siempre me aceptaste sin cuestionamientos y así espero que siga siendo.
Te cuento de “tú partido socialista” que creo se ha ido deshilachando con el tiempo y siendo cada vez más amorfo… eso creo yo, a lo mejor desde mi ignorancia política… No te enojes, pero me duele. Yaaa … hasta aquí llega esta suerte de recordatorio de nuestra amistad … y te seguiré esperando en mi propio estilo y locura.
Con todo mi amor y respeto por la consecuencia de tú trabajo.
La Gringa… 25 de Junio de 2021.
Gilda Gnecco Tassara, Médico Pediatra, Profesora Adjunta Escuela de Salud Pública, Universidad de Chile.
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