El 20 de mayo de 2024, a sus 85 años, ha fallecido Itzhak Levav, psiquiatra argentino-israelita, actor clave de los procesos de reforma de los servicios de salud mental en toda la región de América Latina y, con ello, de la lucha por la desmanicomialización y protección de los derechos humanos de las personas con trastornos de salud mental.
Como jefe de la Unidad de Salud Mental de la Organización Panamericana de la Salud, en Washington, le correspondió la tarea de reactivar e impulsar cambios profundos y estructurales en la atención psiquiátrica y de salud mental, pasando de una atención centrada en hospitales psiquiátricos a una distribuida en servicios anclados territorialmente, con enfoque comunitario, con una participación central de la atención primaria de salud.
Es en ese impulso que, en 1990, en el marco de la Conferencia Regional de Salud Mental realizada en Caracas, Venezuela, lideró la proclamación de la Declaración para la Reestructuración de la Atención Psiquiátrica en América Latina, o, simplemente, la Declaración de Caracas, documento fundamental que bien puede ser considerado como inicio de los procesos de reforma en la región y, por cierto, en Chile. En nuestro país, al año siguiente, en 1991, con las posibilidades que daba un Gobierno Democrático luego de muchos años de dictadura, se realizó una Conferencia homóloga, nacional, en la que se discutió este proceso y se acordaron formas de avanzar en lo que ha sido nuestra propia reforma.
En un camino con relevantes logros en Chile – la no creación de nuevos hospitales psiquiátricos, la apertura de servicios de salud mental en hospitales generales y servicios comunitarios, la incorporación de la salud mental en la atención primaria de salud – el objetivo de una reforma completa y consistente, que garantice los derechos de las personas con problemas de salud mental, se mantiene vigente y está lleno de desafíos, después de 34 años o quizás más tiempo todavía, pues los movimientos reformistas comenzaron mucho antes.
Y la relación con Levav y nuestro país data de entonces. A principios de los años ’70, como director del Departamento de Psiquiatría Social del Servicio de Psicopatología del Policlínico Aráoz Alfaro del Partido de Lanús (Provincia de Buenos Aires), Levav había tenido contacto con las ideas y el trabajo de Juan Marconi, célebre psiquiatra comunitario chileno, y había recomendado al Centro de Investigaciones en Psicología Social (CIPS) de la Universidad Nacional de Córdoba – ambos lugares en los que se estaba desarrollando ya una crítica a los servicios psiquiátricos tradicionales y se estaban explorando los enfoques comunitarios – que tomara contacto con él para conocer la experiencia del programa intracomunitario en Santiago de Chile. Ese contacto permitió una residencia transitoria de Marconi en Córdoba – un resguardo necesario luego del Golpe de Estado – así como el desarrollo de la salud mental comunitaria en esa área de Argentina.
De Marconi, Levav tomó la globalmente conocida pirámide de los servicios comunitarios de salud mental, que ubica en la base de la pirámide a la comunidad completa y sus servicios y en la punta de la pirámide los servicios de especialidad y de hospitalización. Así lo recordó el mismo Itzhak Levav en 2015, quizás en su última visita a nuestro país, a una nueva Conferencia Regional de Salud Mental de la OPS, con el fin de reflexionar sobre los avances y desafíos a 25 años de la Declaración de Caracas, precisamente. Con humildad, Levav hizo aquel reconocimiento, así como ofreció el recuerdo de diversos actores que participaron de la Conferencia de Caracas, relativizando un poco la enorme influencia que, sabemos, él mismo tuvo en aquella empresa.
Frente a los crecientes conflictos humanitarios que hoy azotan con horror a medio oriente, su invaluable contribución a una investigación siempre conectada con la determinación social y cultural ofrece más vigencia que nunca. Su abogacía por políticas de salud mental inclusivas y por la colaboración entre profesionales de salud mental de ambos lados del conflicto, aportó ciencia en materia de derechos humanos, evidenciando que solo a través de la paz y la estabilidad se podría lograr bienestar mental.
Por estas razones y tantas otras, hacemos remembranza y homenaje al trabajo de Itzhak Levav, así como justo reconocimiento de su influencia sobre nuestro trabajo hasta el día de hoy.
Programa de Salud Mental.
Escuela de Salud Pública. Facultad de Medicina
Universidad de Chile