En el marco de la internacionalización del programa de Doctorado en Salud Pública de la Facultad de Medicina, de la Universidad de Chile, entre abril y junio de 2025, Franco Fernández Guardiola, tecnólogo médico, académico del Departamento de Tecnología Médica de la misma institución y estudiante del programa de postgrado, realizó una pasantía en la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) en Río de Janeiro, Brasil, gracias a la beca del programa “Move la América”, del Ministerio de Educación de Brasil.
La instancia se desarrolló en el Programa de Computación Científica (PROCC) de la Escuela Nacional de Salud Pública Sergio Arouca (ENSP-Fiocruz), donde Franco trabajó directamente con la Dra. Claudia T. Codeço y un equipo especializado en análisis de sobrevida. Esta experiencia se alinea con su investigación doctoral sobre enfermedad de Chagas, enfocada en la carga de esta afección en Chile.
“Mi pasantía en la Fundação Oswaldo Cruz fue profundamente enriquecedora tanto a nivel académico como personal”, expresó Franco. “Fiocruz no solo es una de las instituciones de referencia en salud pública en América Latina, sino que es también el lugar donde Carlos Chagas descubrió por primera vez el Trypanosoma cruzi, su vector y su enfermedad, marcando el inicio de más de un siglo de liderazgo en esta área”.
Durante su estancia, Franco profundizó en el uso de modelos avanzados de análisis de sobrevida, integrando eventos clínicos como hospitalizaciones. “Fue justamente durante mi pasantía en Fiocruz donde aprendí a aplicar modelos de Cox con covariables dependientes del tiempo, una herramienta clave para modelar con mayor precisión cómo cambia el riesgo de muerte en función de la aparición de eventos clínicos críticos”, señaló.
Además del trabajo técnico, destacó el enfoque interdisciplinario de Fiocruz, donde confluyen científicos básicos, epidemiólogos, clínicos y tomadores de decisiones. “En Fiocruz, el trabajo colaborativo entre científicos básicos, epidemiólogos, clínicos y decisores es una práctica consolidada. Además, tiene una fuerte cultura de generar evidencia científica que dialoga directamente con las políticas públicas”, explicó.
Como tecnólogo médico, Franco observó con interés el papel protagónico que tienen los profesionales del diagnóstico en el ecosistema de investigación. “En Chile todavía enfrentamos una cierta segmentación entre la investigación académica y la práctica diagnóstica. Brasil, en cambio, ha logrado que laboratorios públicos sean espacios de formación avanzada, innovación tecnológica y soporte de las políticas sanitarias”, afirmó.
Respecto a lo más difícil que debió sortear en su estada en el país caribeño fueron los datos de estudio: “Uno de los principales desafíos fue la construcción de cohortes retrospectivas con bases de datos administrativas que no estaban originalmente diseñadas para estudios longitudinales”, explicó Franco. “Vincular registros de notificación, hospitalización y mortalidad con identificadores únicos, garantizar la calidad de los datos y controlar los sesgos por subregistro o falta de granularidad clínica, por ejemplo, el detalle de las formas digestivas o cardiacas, implicó importantes decisiones metodológicas. En términos técnicos, un gran reto fue incorporar correctamente el efecto de la hospitalización como evento dependiente del tiempo. Fue justamente durante mi pasantía en Fiocruz donde aprendí a aplicar modelos de Cox con covariables dependientes del tiempo, una herramienta clave para modelar con mayor precisión cómo cambia el riesgo de muerte en función de la aparición de eventos clínicos críticos, como la hospitalización”.
Además de sus avances en el modelamiento estadístico y la exploración territorial de datos, Franco visitó el Museo de la Vida de Fiocruz, espacio que vincula ciencia, historia y salud pública en una experiencia formativa integral. “Desde mi formación, destaco el enfoque interdisciplinario e interinstitucional que tiene Brasil en torno a la salud pública”, añadió.
Respecto a los aprendizajes para la formación de salubristas con perspectiva regional, el doctorando fue enfático: “Hoy las enfermedades no reconocen fronteras, y la salud pública tampoco debería hacerlo (...) Estas experiencias permiten aprender de otros modelos de gobernanza, de vigilancia y de implementación de políticas, pero también nos hacen más humildes y más comprometidos con una salud pública solidaria y cooperativa”.
Franco proyecta que este tipo de intercambios marcan un antes y un después en su formación doctoral. “Mi próximo paso es profundizar en la estimación de la carga de enfermedad y comenzar a cuantificar también la carga económica de Chagas, incluyendo tanto costos directos como indirectos”, explicó. Esta línea será potenciada próximamente con una nueva pasantía en el Nuffield Department of Population Health de la Universidad de Oxford, Reino Unido, bajo la supervisión del Dr. Kasim Allel, codirector de su tesis, con quien trabajará modelos de costo-efectividad y estudios observacionales de gran escala.
Al cierre de su testimonio, Franco reafirmó su compromiso con una investigación orientada a la acción: “Más allá de los indicadores y modelos que desarrollamos, mi trabajo busca visibilizar una enfermedad históricamente olvidada y a las personas que la viven en silencio. (...) Junto a mis tutores, el Dr. Mauricio Canals y el Dr. Allel, sentimos el compromiso de que esta investigación no se quede solo en lo académico, sino que contribuya a decisiones concretas, mejorar políticas y, ojalá, a generar más conciencia en el país”.
Finalmente, hizo un llamado a promover más redes de colaboración internacional entre países del sur global: “Brasil, con Fiocruz, me mostró lo potente que puede ser trabajar en red, entre países, disciplinas e instituciones. Espero que esta tesis sea también un puente para seguir fortaleciendo esta integración científica regional”.
La experiencia de Franco Fernández en Fiocruz es un ejemplo del impacto transformador que puede tener la formación doctoral en salud pública, especialmente cuando se articula con redes internacionales, enfoque interdisciplinario y compromiso con los problemas reales que enfrentan nuestras comunidades. Si estás pensando en dar el próximo paso en tu carrera académica, te invitamos a conocer el Doctorado en Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, el único en el país enfocado exclusivamente en salud pública. Con más de 80 años de trayectoria, un claustro académico con más de 500 publicaciones, y un enfoque centrado en la investigación aplicada y la excelencia, este programa es una oportunidad única para integrarte a una comunidad que lidera la transformación sanitaria en Chile y América Latina.
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