Con un fuerte llamado a abordar de manera integral la actual crisis en torno al uso de las licencias médicas en Chile, el Colegio Médico inauguró el curso “Correcta emisión de la Licencia Médica como herramienta clave de la Seguridad Social”, una instancia formativa inédita que congregó a más de 6.300 inscritos, con 1.500 personas conectadas en línea y casi un centenar de asistentes presenciales.
La jornada, realizada el martes 8 de julio en la sede nacional del Colegio Médico de Chile, tuvo como objetivo relevar el valor de la licencia médica desde una perspectiva interdisciplinaria y actualizar herramientas formativas frente a un escenario regulatorio cambiante.
“Como gremio, queremos ser parte de la solución, y este curso es reflejo de ese compromiso: buscamos promover buenas prácticas, reforzar la formación médica y contribuir al fortalecimiento de una herramienta esencial para la seguridad social y el derecho a la salud de nuestros pacientes”, destacó la Dra. Anamaría Arriagada, presidenta del Colegio Médico, quien abrió la jornada y moderó el panel de cierre.
La clase inaugural, titulada “Licencias médicas, tres miradas”, abrió el debate desde tres dimensiones centrales: el humanismo, el financiamiento y la seguridad social. Participaron como expositoras y expositores la Dra. Diana Aurenque, directora del Centro de Estudios de Ética Aplicada de la Universidad de Chile; el Dr. Pablo Celhay, economista y académico de la Escuela de Gobierno UC; y la Dra. Francisca Crispi, presidenta del Consejo Regional Santiago de Colmed.
A continuación, se dio paso a una mesa redonda sobre formación médica y licencias, en la que participaron el Dr. Cristian Rebolledo, jefe del Programa de Políticas, Sistemas y Gestión en Salud de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile; el Dr. Antonio Orellana, decano de Medicina de la Universidad de Valparaíso y presidente de ASOFAMECH; y la Dra. Carmen Gloria Aylwin, presidenta de ASOCIMED.
Cristian Rebolledo: la licencia médica, entre el reposo clínico y la herramienta social
En su intervención en el panel, el Dr. Rebolledo puso en el centro del análisis la necesidad de repensar colectivamente el rol social que cumple la licencia médica en el sistema de salud chileno: “Estamos en una situación de crisis, y eso tiene que movilizar a la gente. Hay una ventana de oportunidad para instalar estas temáticas”, señaló.
Desde su experiencia en formación en salud pública, explicó cómo este campo permite tensionar el enfoque individual del acto clínico con una mirada de salud colectiva: “Desde la formación en salud pública es donde entra en cuestión la visión de la salud como bien colectivo. Esto permite visualizar una tensión respecto de la postura individualista que es razonable en la atención médica, pero que debe dialogar con una mirada de sistema”, sostuvo.
El Dr. Rebolledo también abordó la complejidad de la licencia médica como una herramienta que no solo responde a una indicación terapéutica, sino que además implica un acto de certificación con impactos en el financiamiento y la seguridad social: “A los y las médicas se les entrega esta función social de certificar el pago del subsidio laboral. No es solo prescribir reposo, sino autorizar un derecho social”, indicó, subrayando que distintos actores del sistema –seguros, pacientes, instituciones– ejercen presión sobre este acto clínico.
La mirada desde la Escuela de Salud Pública: pensamiento crítico y articulación interinstitucional
Consultado posterior a la jornada, el Dr. Rebolledo se refirió al valor de este tipo de instancias conjuntas y al rol que puede jugar la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile: “El tema de las licencias médicas definitivamente es un asunto complejo que debe ser abordado desde varios actores: desde el mundo del trabajo, el gremial y, por supuesto, desde el mundo académico”, afirmó.
A juicio del académico, la Escuela de Salud Pública tiene un papel insustituible en generar pensamiento crítico y alimentar el debate con conocimiento técnico y reflexión plural: “A la Escuela le toca jugar un rol en este tipo de discusiones. Yo creo que hay mucha gente con ideas interesantes al interior de nuestra Escuela, particularmente en el Programa de Políticas. Hay que generar instancias para difundirlas y abrir el diálogo”, comentó.
Finalmente, destacó como aspecto más relevante de la actividad el sentido de urgencia compartido por los distintos actores: “Lo más destacado fue ver que estamos en presencia de una ventana de oportunidad para abordar este tema. Existe la convicción de que es el momento para generar cambios positivos. Y si espacios como la Escuela de Salud Pública se restan –que no es el caso– se perdería una oportunidad para incidir”, advirtió.

