Bajo el título: “Representaciones sociales de los cuerpos y obesidad”, la jornada contó con la apertura de Álvaro Besoain (Departamento de Kinesiología de la Universidad de Chile), quien destacó la importancia de poner en cuestión los ideales de perfección. “A veces parece que la química o el deporte vienen a negar los cuerpos diversos”, dijo el integrante de GTOP.
Enmarcado en el proyecto U-Redes de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo, el conversatorio realizado el 27 de agosto, planteó una revisión histórica sobre la valoración social de la gordura y la delgadez realizada por Natalia Gómez San Carlos (Departamento de Nutrición de la Universidad de Chile). En su intervención, la académica comentó que “hasta inicios del siglo XX, la gordura se asociaba al poder, la abundancia y la posibilidad de vivir sin carencia. Hoy, en cambio, el cuerpo gordo se convierte en objeto de juicio moral y biomédico”.
Asimismo, la integrante de GTOP advirtió que esta mirada reduccionista genera efectos adversos en la salud pública, relacionados con el acceso a prestaciones y adherencia a los tratamientos. “Este diagnóstico ha agobiado a las personas gordas, que muchas veces dejan de acudir a los servicios de salud por experiencias de discriminación y reduccionismo hacia su peso”, enfatizó.
Luego, José Miguel Labrin, Director de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile y también parte de GTOP, presentó a las panelistas para dar paso a la discusión de la mesa: Mónica Manrique, médica nutrióloga, coordinadora del Equipo Técnico Experto en Obesidad del Ministerio de Salud; Cecilia Prieto, investigadora postdoctoral en el Centro para la Prevención y Control del Cáncer (CECAN) y Rebeca Silva, académica de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile.

Para iniciar la conversación, Mónica Manrique señaló que la obesidad debe entenderse como enfermedad crónica y multifactorial. En este sentido, manifestó que no basta con apelar a la fuerza de voluntad individual: “pedirle a una persona que baje de peso, diciéndole que coma menos o que haga más ejercicio, es una falta de respeto”, dijo. La Dra. Manrique agregó que este enfoque exige, además, educar a profesionales de la salud, pues “el estigma mayor lo imprime primero la familia y luego los propios equipos sanitarios”.
Por su parte, Cecilia Prieto abordó el tema desde su trabajo con niños y niñas diagnosticados con obesidad. Para ella, el estigma de peso “no es solo psicológico, sino estructural; se construye desde cómo se etiqueta a las personas, los estereotipos y la separación entre lo normal y lo anormal”, afirmó. Así, desde su experiencia, comentó que niños y niñas no se describen como obesos, ni con sobrepeso, sino que hablan de su apariencia; dicen: “quiero bajar de peso porque quiero encajar, porque me da vergüenza”.
Desde la perspectiva del uso de la ciudad, Rebeca Silva vinculó la corporalidad con el diseño de espacios públicos. “La verdadera normalidad nunca existió, la construimos. El desafío es diseñar espacios que reconozcan la multiplicidad de cuerpos que somos y seremos a lo largo de la vida”, comentó.
Además, criticó que las ciudades están pensadas para un cuerpo ideal, joven y productivo, mencionando que “lo que se define como promedio se convierte en norma, y todo lo que queda fuera aparece como problema”.
Luego de una amplia participación del público, que evidenció la necesidad de construir más encuentros de debate como éste, el conversatorio cerró con las palabras de Lorena Rodríguez-Osiac, Directora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile y coordinadora del GTOP. Rodríguez destacó la necesidad de superar las miradas reduccionistas y avanzar en espacios de diálogo y reflexión interdisciplinaria en busca de soluciones que apunten a transformar los entornos sociales, culturales y urbanos que condicionan la salud, la alimentación y la nutrición y la forma en que se valoran los cuerpos.
“La obesidad es un fenómeno biológico, social, cultural y político. Frente a esta complejidad, el índice de masa corporal o el peso, son herramientas insuficientes. Lo que está en juego no es solo la salud, sino también la dignidad y los derechos humanos”, concluyó.
Está jornada constituye un nuevo hito del Grupo Transdisciplinario para la Obesidad de Poblaciones en el marco del proyecto U-Redes para la consolidación, financiado por la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile.
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