Un nuevo artículo científico publicado en Psychological Medicine por Cambridge University Press reveló que los trabajadores y trabajadoras de la salud que mantuvieron altos niveles de confianza en sus instituciones y en los gobiernos durante los primeros meses de la pandemia de COVID-19 presentaron significativamente menos síntomas depresivos. El estudio forma parte del proyecto internacional COVID-19 HEROES e incluyó a profesionales de 22 países, entre ellos Chile.
El documento llamado Trusting in times of the COVID-19 crisis: Workplace and government trust and depressive symptoms among healthcare workers, contó con una activa participación de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, a través de los académicos Rubén Alvarado y Jorge Ramírez, este último destacó la importancia del hallazgo en el actual contexto de debate público sobre la confianza institucional. “Nuestros resultados muestran que la confianza no es un concepto abstracto, sino un elemento concreto con impacto directo en la salud mental del personal sanitario”, señaló.
El estudio analizó datos de 32.410 trabajadores y trabajadoras de la salud, considerando niveles de confianza en el lugar de trabajo y en el gobierno, así como la presencia de síntomas depresivos medidos mediante el estándar internacional PHQ-9. Tal como concluye el artículo, “los profesionales con mayor confianza tenían aproximadamente un 28% menos de probabilidades de experimentar síntomas depresivos”.
Ramírez relevó que esta evidencia “permite comprender que la salud mental del personal sanitario depende no solo de factores individuales, sino también del funcionamiento transparente, seguro y coherente de las instituciones donde trabajan”. Agregó que este tipo de resultados son especialmente relevantes para fortalecer políticas de preparación para futuras emergencias sanitarias.
Un hallazgo que cruza países, culturas y sistemas de salud
La investigación identificó patrones comunes entre países con contextos epidemiológicos y capacidades institucionales muy diferentes. La confianza en el lugar de trabajo —particularmente en la seguridad, el liderazgo y la comunicación interna— emergió como un factor protector incluso más sólido en países con mayor Índice de Desarrollo Humano y bajo medidas gubernamentales más estrictas durante la pandemia.
Según el artículo, promover la confianza mediante comunicación constante, inclusión del personal de primera línea en la toma de decisiones y apoyo institucional visible debería ser una prioridad en la planificación de emergencias. Según se detalla este es uno de los aprendizajes más relevantes, ya que el estudio confirma que fortalecer la confianza dentro de los equipos es una estrategia de salud mental. No requiere grandes inversiones, sino un liderazgo coherente y comunicación clara.
La evidencia generada, dicen los autores, puede orientar políticas públicas y acciones institucionales para enfrentar futuras crisis sanitarias, reforzar la resiliencia del personal y mejorar las condiciones psicosociales en los entornos laborales de salud.
