Académica ESP dará a conocer resultados de investigación en calidad del aire

ESP dará a conocer resultados de investigación en calidad del aire

La mayoría de los países rige sus normas de calidad de aire según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) o de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), organizaciones que realizan importantes revisiones de la evidencia científica acerca de los efectos en salud que producen los diferentes contaminantes ambientales y en ello fundamentan sus estándares normativos.

Por ello, la académica de la Escuela de la Salud Pública UCh, Karla Yohannessen, lideró la investigación “Análisis de antecedentes y evaluación de impactos para revisar las normas de NO2, O3 y CO”, que entre diciembre 2015 y abril de 2016, realizó una revisión de antecedentes para examinar las normativas nacionales de calidad del aire en ozono, monóxido de carbono y dióxido de nitrógeno, financiada por el Ministerio del Medio Ambiente.

“La actualización de las normativas debería realizarse cada 5 años, sin embargo en Chile no ha sido así. La norma de gases tuvo su última modificación en el año 2002 y en la revisión del año 2010 se mantuvo intacta. Por tanto, esperamos que con la evidencia que entregamos y las recomendaciones de reducir los estándares, haya acciones concretas. Por ejemplo, para monóxido de carbono la recomendación es mantener la norma y estar atentos a nueva evidencia que pueda sustentar futuras reducciones; sin embargo para dióxido de nitrógeno indicamos reducir los estándares hasta llegar a los niveles recomendados por la OMS”, indica la profesora.

Para el caso del ozono, el estudio recomienda “seguir los valores entregados por la OMS, a fin de alcanzar los 50 ppb recomendados, aunque a ese nivel la misma OMS advierte que se observa un 2% de mortalidad atribuida a dicho contaminante”.

Las conclusiones de la investigación liderada por la académica, recomienda que Chile debiese apuntar a seguir los niveles de sugeridos por la OMS. “En algunos gases nuestros país sigue los niveles recomendados por la OMS, por ejemplo los estándares de 1 y 8 horas de monóxido de carbono. Sin embargo, en otros contaminantes no. Por ejemplo, en dióxido de nitrógeno, la OMS recomienda como concentración anual de 40 ug/m3 y la normativa Chilena tiene un valor que es más del doble (100 ug/m3). Por lo que nuestra indicación es que Chile contemple una norma, cuyos niveles vayan descendiendo en el tiempo hasta llegar a los niveles recomendados internacionalmente”, señala.

La académica adelanta que “la última parte del informe presenta cómo se hace la evaluación económica y social de las normas en Estados Unidos y la Unión Europea y su paralelo con lo que se hace en Chile, donde básicamente en los tres se realiza un análisis de costo-beneficio, aunque también se coincide en que este análisis no es vinculante a la decisión final. La OCDE, ha sido bastante crítica con el análisis costo beneficio aplicado a normativas ambientales y ha recomendado incluir en los análisis de costo beneficio una evaluación de la equidad distributiva, que tiene que ver con las desigualdades, los impactos intergeneracionales y considerar elementos de sustentabilidad dado el problema de que los bienes y servicios ambientales no tienen un costo monetario", manifiesta.

El estudio forma parte de una iniciativa del Ministerio de Medio Ambiente para renovar las normas de calidad del aire, por lo cual se han realizado estudios en diferentes contaminantes. “Durante este año se debieran conocer las normas de material particulado, de dióxido de azufre y las normas que nosotros revisamos (NO2, O3 y CO), pero ya estamos en noviembre. En el caso del dióxido de azufre terminó la etapa de consulta pública y debería estar por salir el proyecto final”, afirma la académica.

La investigadora enfatiza que “la propuesta es no quedarse en buenas intenciones, sino que esto sea parte de una acción y que la intervención en salud pública implique reducir los niveles para que la norma efectivamente proteja la salud de la población”.

Al respecto señala que “en salud pública vamos a apuntar siempre a que los porcentajes se reduzcan, porque nadie está libre de sufrir los efectos de la contaminación. Todos estamos expuestos. Las normativas deben proteger la salud de la población, pero la decisión finalmente es política”.

Asimismo insiste en que “los contaminantes no sólo producen muertes, sino también hospitalizaciones y efectos que ni siquiera notamos. Los más perjudicados pueden ser los más vulnerables, como niños, adultos mayores, embarazadas y personas con comorbilidades”.

Para Karla Yohannessen, esta iniciativa es “un hito en las políticas en el área, pues considera al profesional de salud pública en la formulación de la intervención y no sólo como parte de la consulta pública. En calidad del aire es la primera vez que se le da importancia y participación activa a este sector. La idea es que los docentes conozcan estas instancias y que los estudiantes de magíster vean que, como futuros salubristas, estos temas también les atañen y no están tan lejanos, que pueden aportar en esta materia, no sólo desde el Ministerio o entidades de Salud. Con la evidencia que nosotros levantamos se tiene que escribir el anteproyecto, para luego ir a consulta pública”, afirma.

El seminario

Dentro del programa del seminario, la profesora Yohannessen destaca la presencia de la Dra. Lilian Calderón Garcidueñas, de la Universidad de Montana, Estados Unidos, “quien ha estudiado el efecto de la contaminación atmosférica en el sistema neurológico, efectos nuevos que, recientemente, se están dando a conocer. Ella presentará este tema en el seminario”, enfatiza.

El académico Pablo Ruiz expondrá sobre “Impacto en salud de fuentes industriales: estudio en áreas pequeñas”, dando cuenta de los resultados de su investigación al respecto. Este es un proyecto FONIS que estudio demostró el incremento de morbilidad y mortalidad de los habitantes de localidades cercanas a plantas contaminantes, como termoeléctricas, papeleras y fundiciones, el cual oscilaría entre un 20% y 100%. Si quiere conocer este estudio, revise aquí.

En tanto, Carmen Gloria Contreras, del Ministerio del Medio Ambiente, expondrá los “Desafíos en la actualización de las normas de calidad del aire en Chile”.

El seminario "¿Por qué las normas de calidad del aire protegen la salud de las personas?" tiene como objetivo generar un espacio de diálogo para activar una red de colaboración entre reguladores, especialistas en salud púbica y la comunidad. La actividad se realizará el jueves 24 de noviembre, en el Salón Eloísa Díaz de la Casa Central.

Revisa el programa y haz tu inscripción en el siguiente link:
http://portal.mma.gob.cl/seminario-de-salud/ 

Por Sandra Vargas B.

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