“En Chile la mayoría de las normativas para contaminación del aire cubren los efectos de corto plazo y no los de largo plazo. Tenemos un sistema de alerta y gestión para los episodios en que los contaminantes pueden alcanzar niveles altos y que representan una amenaza sustancial para la salud de las personas, pero ha habido una despreocupación por las concentraciones de largo plazo". Con estas palabras la profesora Karla Yohannessen, de la Escuela de Salud Pública (ESP) de la Universidad de Chile, alertó sobre las consecuencias de esta situación a largo plazo.
Esto ya que la acumulación de contaminantes en el cuerpo a partir de pequeñas alzas diarias terminan provocando altas concentraciones anuales, pudiendo provocar cáncer y otras enfermedades crónicas respiratorias o cardiovasculares, alertó Yohannessen.
Esta situación, que ya ha sido advertida por la Organización Mundial de la Salud, pone sobre la mesa la importancia de formar una masa crítica de profesionales, de diferentes disciplinas, que puedan formular estrategias y políticas públicas para evitar la contaminación de suelos, agua y aire y proteger el medioambiente, a fin de resguardar la salud de la población.
Es por ello que la Escuela Internacional de Verano (EIV), que se realizará entre el 9 y 20 de enero de 2017 en la Escuela de Salud Pública (ESP), tiene como lema “Cuidando las generaciones del futuro”. Una de sus áreas temáticas, para las cuales se ofrecen 10 cursos de formación y actualización, es precisamente salud ambiental.
Este evento, de carácter académico y de extensión que se celebra ininterrumpidamente desde el año 1999, entre la segunda y tercera semana de Enero, es organizado por la ESP de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, en conjunto con la Gillings School of Global Public Health, University of North Carolina at Chapel Hill (EE.UU).
El éxito y reconocimiento alcanzado por esta actividad, le ha permitido contar con el apoyo creciente de organismos internacionales, universidades, centros de investigación, instituciones públicas de América y Europa, así como de organizaciones sociales y ONGs. Reconocidos académicos extranjeros y de la Casa de Bello hacen clases todos los veranos en la EIV. Así, en el área de salud ambiental el curso de "Comunicación de riesgos en salud ambiental", será impartido por el académico de la Universidad de Fiocruz, Brasil, e investigador senior en el área, Dr. Frederico Peres.
“La comunicación de riesgos en Salud Ambiental es un tema que en Chile no se ha profundizado. Por ejemplo, nuestras alertas para contaminación atmosférica rigen entre abril y agosto. Pero para los incendios forestales que acabamos de vivir hace unas pocas semanas -y que, lamentablemente, seguiremos viviendo en el verano- ni el gobierno ni otra entidad levanta una alerta, a pesar de la alta contaminación", señaló la profesora Yohannessen.
La académica explicó que ello se debe en buena medida a que las políticas actuales enmarcan la comunicación por contaminación del aire entre abril y agosto. "En este período, se decretan alertas o emergencias por material particulado, pero si hay altos niveles de ozono, no se comunica a la población ni tampoco qué medidas de protección adoptar”, remarcó.
“Como país tenemos que generar capacidades en Salud ambiental. Chile necesita una masa crítica de profesionales que distinga un evento de contaminación de otro, cómo prevenir, dónde hay que intervenir. Necesitamos gente que tenga los conocimientos para la toma de decisión y que sepa cómo investigar”, indicó Dante Cáceres, jefe del Programa Salud Ambiental de la ESP.
Cáceres ejemplificó ese desafío con el cáncer, patología que es segunda causa de muerte en Chile y que provoca entre el 20 a 25 por ciento de los fallecimientos. Solo en 2011 un total de 23.672 chilenos murieron por tumores malignos. Al ser una enfermedad que no tiene cura, la prevención constituye la estrategia a largo plazo más efectiva para su control por lo que el Ministerio de Salud publicó recientemente en su sitio web, para consulta pública, la Estrategia Nacional del Cáncer.
A partir de ello, los diferentes equipos académicos de la Escuela de Salud Pública se encuentran analizándola para hacer propuestas y muy, especialmente, los de Salud Ambiental puesto que se ha demostrado que diversos contaminantes producen cáncer.
“Pero necesitamos más miradas de profesionales de diversos sectores, que puedan estudiar y proponer nuevos lineamientos, que aporten a la discusión. Por ello, la EIV es una oportunidad única para aprender, obtener competencias y actualizarse en Salud Ambiental”, señaló el académico.
Entre los 10 cursos que ofrece la Escuela Internacional de Verano en el área Salud ambiental se encuentran Contaminación ambiental y salud pública, Evaluación de riesgos e impactos a la salud humana y a los ecosistemas e Introducción a la salud ambiental. El área de Salud Ambiental de la EIV está disponible acá.
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