En Chile la primera causa de muerte es el cáncer y 25% de todos los fallecidos son debido a esta enfermedad, bajo la premisa “Es posible prevenir y curar el cáncer cuando es diagnosticado a tiempo” se genera la creación de este nuevo Centro de Prevención y Control de Cáncer (CECAN) orientado a generar la evidencia básica, clínica y de salud pública que sustente propuestas en políticas públicas apuntadas a mejorar la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las enfermedades oncológicas, así como a disminuir la brecha en el acceso a la atención oportuna por parte de los pacientes.
Este nuevo proyecto está dirigido por el doctor Bruno Nervi, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y el doctor Enrique Castellón, académico del Departamento de Oncología Básico Clínico de la Facultad de Medicina; y cuenta además con un importante apoyo de investigadoras e investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
Para la Dra. Lorena Rodríguez, subdirectora de esta institución, y una de las investigadoras integrantes de esta iniciativa, “la relevancia de este Centro es que es un proyecto transdiciplinario. Somos un conjunto de investigadores de distintas disciplinas que vamos a trabajar este problema desde diferentes perspectivas, y ojalá poder crear propuestas que contribuyan al bienestar de las personas que padecen algún tipo de cáncer o quienes lo van a padecer”.
“Es una mirada desde la prevención, promoción, intervención e investigación básica. Con la finalidad que todas estas líneas de investigación busquen desarrollar un conjunto de políticas públicas que contribuyan a la prevención y el control de esta enfermedad que hoy día es la principal causa de mortalidad en nuestro país” detalla la académica.
Según detalla el proyecto, las actividades del CECAN se organizarán en cinco líneas de trabajo, Prevención del Cáncer y Reducción de Inequidades, Optimización de la Atención del Paciente, Innovación y Atención Personalizada, Investigación de Políticas de Salud, y Datos para la Acción: una Plataforma Integrada.
Según explica el doctor Óscar Arteaga, director de la Escuela de Salud Pública e Investigador del Centro de Prevención y Control del Cáncer (CECAN) “en la primera línea de trabajo lo que hay de base es el desarrollo de proyectos que apunten a conocer mejor los factores de riesgo que inciden en el desarrollo de la enfermedad, para tratar de generar intervenciones que apunten a disminuirlos”. En la segunda, “el eje conductor también es desde las personas, viendo las intervenciones terapéuticas que apunten a curar la enfermedad o evitar que siga avanzando, así como la rehabilitación de los pacientes”. La ciencia básica es el centro de la tercera línea, añade, “pero con una perspectiva traslacional, con el desarrollo de las investigaciones que cada uno de los y las integrantes de los equipos científicos han venido haciendo, las que se ponen al servicio de los niveles clínicos y de salud pública como insumo, generando evidencias que posibiliten la formulación de políticas tanto para los aspectos preventivos como para los vinculados a la atención de pacientes”. La cuarta, donde él es investigador principal, “está centrada en las políticas públicas para cáncer, desde el ámbito preventivo y promocional hasta aquellos aspectos que se relacionan con la atención de los pacientes y el cuidado al final de la vida”. Por último, el quinto grupo de trabajo abordará “la producción de información que sirva a todos los otros niveles; la idea es contar con una plataforma que se vaya alimentando con ella y con manejo de big data, y que la consolide para ponerla a disposición de los procesos de decisión”.
A través de estas líneas de investigación, “el objetivo es poder reducir las brechas existentes entre la generación de conocimiento y el proceso de decisión de políticas. Eso sucede no sólo en cáncer, sino que en todos los temas de la salud: no siempre van de la mano la generación de nuevo conocimiento con la adopción de políticas al respecto, y eso es porque hay fallas en ambos lados; es decir, en la academia y en los espacios de decisión política. Entonces lo que buscamos es que –además de los proyectos propios de nuestro grupo de trabajo de investigación en políticas de salud- todas las propuestas que vayan surgiendo de los otros equipos puedan sernos presentadas para hacer un diseño que considere los aspectos de implementación, actores, procesos y contextos que permitan, efectivamente, que esas propuestas tengan factibilidad de transformarse en políticas públicas” señala el directivo.
Trabajo bidireccional junto a expertos, universidad nacionales e internacionales
El CECAN, está creado buscando ser un espacio de colaboración entre diversas instituciones de salud, nacionales e internacionales, y también generar la creación de un consejo asesor de expertos. Según explica Arteaga, este grupo de trabajo estará integrado “por personas con trayectoria en la elaboración e implementación de políticas en el mundo real, que se van a reunir de forma periódica y a quienes les vamos ir presentando esos productos, de modo de conocer su opinión y sensibilizar las propuestas en base a las visiones que ellos y ellas nos puedan entregar para mejorar factibilidad de incidir en los niveles de decisión política con nuestras propuestas. Porque no basta con que se genere la evidencia, hay que traducirla de un modo que le haga sentido a quienes toman decisiones y eso implica que los aspectos de contenido se tienen que explicitar de modo entendible para ellos, considerando la dimensión de implementación en distintas realidades del país, o de sostenibilidad financiera; puntos que quienes generan evidencia, generalmente no tienen presentes”.
Tal como explica la Dra. Lorena Rodríguez este proyecto también integra a distintas universidades de nuestro país. “Está liderado por la Universidad Católica y la Universidad de Chile, pero a lo largo de nuestro país participan distintas casas de estudios que van a contribuir en esta perspectiva integral y transdiciplinaria del cáncer. Entre ellos encontramos científicos de las universidades de Antofagasta, Católica del Maule, de la Frontera, Andrés Bello, del Desarrollo y del Instituto Nacional del Cáncer. Se suman además universidades internacionales con quienes hemos establecido contacto y relación para poder intercambiar investigación, conocimiento y propuesta de política pública”.
La importancia de este trabajo colaborativo es que “estas instituciones están distribuidas a lo largo del país e insertas en áreas donde la población está afectada por diferentes tipos de cáncer, como el de pulmón asociado a labor de extracción minera en la zona norte; el gástrico, vinculado a infección por Helicobacter Pylori y a pobreza en la zona centro sur; vesicular, asociado a cálculos en la vesícula biliar y a ancestría mapuche en el sur, y cánceres de mama, cuello uterino y colorrectal, entre otros, asociados con grandes áreas urbanas expuestas a ambientes poco saludables”, detalla el proyecto, por lo que cada una de las entidades participantes proporcionará información relevante orientada a permitir la formación de un Mapa Nacional de Prioridades para la Intervención del Cáncer.
En este sentido Arteaga enfatiza el rol de la Escuela de Salud Pública “La salud pública está en el corazón de este proyecto, y lo hace agregando grupos de trabajo de distintas instituciones que trabajan en investigación básica, clínica y de salud pública, generando sinergia entre ellos, con el fin de alimentar políticas públicas sobre cáncer que puedan proponerse a las autoridades para que estas sean implementadas”, sentencia.
La Dra. Rodríguez agrega “la Escuela de Salud Pública va a contribuir con su experiencia en gestión de política pública, con su experiencia en implementación de políticas públicas, con el conocimiento de lo que es el sistema de salud en Chile y la red de atención pública. Por eso, desde nuestra institución participarán académicos y académicas de distintas disciplinas lideradas por nuestro director el profesor Óscar Arteaga y desde el programa de Políticas, Sistemas y Gestión en Salud está Alejandra Fuentes-García y Nicolás Silva. En tanto, del programa de Epidemiología se encuentran trabajando Verónica Iglesias, Karla Yohannessen, Tania Alfaro y Pablo Ruiz”.
Con todos estos elementos, una de las metas del CECAN, según explica el Dr. Arteaga “es mejorar la respuesta de Chile a la carga y desafío del cáncer mediante la creación de una plataforma de investigación a nivel nacional para identificar las mejores prácticas para la vigilancia de los factores de riesgo; la prevención y la atención temprana, generando evidencia de alta calidad para informar y proporcionar propuestas sobre políticas que agreguen valor a la salud de la población y maximicen la producción del sistema sanitario de la manera más equitativa”.
“El objetivo –dice el doctor Arteaga- es que podamos reducir las brechas existentes entre la generación de conocimiento y el proceso de decisión de políticas. Eso sucede no sólo en cáncer, sino que en todos los temas de la salud: no siempre van de la mano la generación de nuevo conocimiento con la adopción de políticas al respecto, y eso es porque hay fallas en ambos lados; es decir, en la academia y en los espacios de decisión política. Entonces lo que buscamos es que –además de los proyectos propios de nuestro grupo de trabajo de investigación en políticas de salud- todas las propuestas que vayan surgiendo de los otros equipos puedan sernos presentadas para hacer un diseño que considere los aspectos de implementación, actores, procesos y contextos que permitan, efectivamente, que esas propuestas tengan factibilidad de transformarse en políticas públicas”.
En particular, respecto al grupo de trabajo que integra Arteaga señala que “parece apropiado revisar cómo se trata el cáncer en toda la institucionalidad actual, porque debiéramos tener una propuesta de reforma. Este es un centro que va a estar abierto y atento a las señales que se están dando en torno al desarrollo de estos temas en nuestra sociedad, en el ámbito del mundo académico, social y político, atento a lo que ocurra a nivel internacional, para transformar todo eso en iniciativas que finalmente lo que buscan es estimular el desarrollo de políticas que permitan mejorar la respuesta general del sistema al problema del cáncer, tanto en su prevención, impulsando las medidas más efectivas para reducir el impacto de factores de riesgo, como por ejemplo reducir la demanda por tabaco y alcohol a través de medidas tributarias, hasta el extremo de identificar las alternativas más efectivas para acompañar de manera digna a personas que están en la etapa final de su vida”.
Con todos estos elementos, el desarrollo del nuevo Centro de Prevención y Control de Cáncer se define como un proyecto multi objetivo el que permitirá -entre otras cosas-, contar con proyectos de continuidad, generar vinculación internacional, formar capital humano avanzado, médicos especialistas, desarrollar programas de diploma en área oncológica, mejorar los índices de impacto científico, entre otros, todo esto a través de la colaboración entre todas las instituciones participantes.