El pasado 27 de julio se desarrolló el seminario internacional, actividad convocada por el programa de Salud y Comunidad, que propició la discusión en torno al rol de las instituciones formadoras en el campo de la medicina en la construcción de saberes y espacios de práctica que consideren las determinantes sociales de la salud, contó con panelistas internacionales de gran relevancia en sus áreas; Hugo Spinelli y Marcelo Firpo Porto.
Con la bienvenida del profesor Álvaro Lefio, jefe del programa Salud y Comunidad de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, se dio inicio al conversatorio que transitó por los orígenes y referentes de la medicina social, para culminar con la proyección de la misma y las apuestas de las nuevas generaciones frente a este respecto.
“Estamos celebrando 80 años de la Escuela de Salud Pública y conmemorando 50 años del golpe de Estado, en ese contexto, el programa Salud y Comunidad ha estado en una reflexión importante respecto de cómo insertarse en la discusión de esta temática, en particular en Latinoamérica. Nos ha parecido importante poder tener un espacio de conversación con académicos y académicas, con compañeros y compañeras, que en este espacio latinoamericano han sido relevantes y significativos para nosotros y, en ese sentido, organizamos este seminario, que significa una síntesis de nuestras reflexiones, de nuestras emociones, también, en torno a nuestros compromisos con la salud colectiva”, expresó el académico.
El conversatorio contó, también, con el saludo del director de la Escuela de Salud Pública, Dr. Óscar Arteaga, quien destacó la necesidad de rescatar experiencias de los precursores de la medicina social como motor del quehacer actual de los profesionales de la salud para dar respuesta efectiva a los problemas sanitarios que aquejan a las poblaciones.
En este sentido, la autoridad mencionó el valor que tiene el sistema de salud chileno, cuyo origen se materializó gracias al encuentro de distintas posturas políticas, en pos del bien común y que le valió el reconocimiento de grandes historiadores de los sistemas de de salud, como el modelo de sistema sanitario integrado para países en vías de desarrollo: “Ahí se rescatan dos figuras que reflejan esta esta perspectiva convocante, amplia; Salvador Allende, en honor de quien llevamos el nombre de nuestra escuela y Eduardo Cruz Coke, que era una persona de derecha. Fue parlamentario, ministro de salud, pero, además, había sido profesor de Allende, y con quien tenían muchas disputas, pero, también, aprecio mutuo. Sin la participación de ellos no habría sido posible construir el Servicio Nacional de Salud, que es una institución de la que, hasta el día de hoy, nos sentimos orgullosos”.
Luego, comentó que tanto él, como muchos de sus colegas, fueron autodidactas en la formación en salud pública y salud colectiva durante la década del 80, momento en el que se conformaron grupos de salud en los que se articuló la lucha contra la dictadura en Chile, con el impedimento de no poder acceder ampliamente al trabajo territorial. “Como se plasmó magistralmente en un libro de la época, después surgió el desafío de pasar ‘del macetero al potrero’”, expresó, haciendo referencia a que las nuevas generaciones tienen el mismo desafío por delante; enfrentar las dificultades que se presentan al llevar los aprendizajes de la academia a la práctica en terreno.
Para finalizar, el Dr. Arteaga hizo mención a la invitación que hacen las cosmovisiones indígenas y la importancia de considerarlas, especialmente, en la búsqueda del buen vivir. El director considera que éstas constituyen “una reserva muy importante para poder enfrentar esta esta disputa valórica más de fondo y, también, nos hace mirar nuestra propia historia para valorar los esfuerzos que como sociedad hemos hecho y mirar el futuro con un poco más de optimismo, entendiendo la importancia de ir generando una una reflexión que convoque la experiencia de la construcción del sistema de salud chileno en épocas en que, también, había una disputa entre lo colectivo y lo individual. Ésa fue una invitación a mirar hacia el futuro en términos de poder ser capaces de generar las alternativas que nos permitan poder convocar a mayorías suficientes en torno a los valores de una estructura que, efectivamente, permita responder frente a los problemas de salud, desde el punto de vista de la organización del Estado, en el que prevalezcan los valores colectivos de la solidaridad y que pueda ser un una defensa frente a esta arremetida del individualismo que ha cobrado tanta importancia en el último tiempo”.
Tras hacer un repaso por sus trayectorias profesionales, los expositores respondieron las preguntas propuestas por Álvaro Lefio y también por Ana María Oyarce, académica del mismo programa de Salud y Comunidad de la Escuela de Salud Pública. Aquí, ambos panelistas hicieron referencia a los orígenes de la salud colectiva como concepto, a las figuras que influyeron en su construcción y a los aspectos fundamentales que ésta debe integrar para la formación del pensamiento crítico en los trabajadores de la salud, en tanto promotores de un carácter emancipatorio de la misma.
“La medicina social latinoamericana, que se empezó a llamar salud colectiva, viene de una lucha contra las dictaduras que se implantaron en los 70, pero lo que es importante, a partir de mi experiencia, es que siempre hubo una característica fundamental; pensar en salud colectiva con pensamiento crítico, en dirección a una transformación social y en dirección a superar las desigualdades e inequidades y contradicciones del capitalismo y, en especial, el capitalismo dependiente, periférico de Latinoamérica”, expuso el doctor Marcelo Firpo Porto.
Sobre los desafíos, el experto comentó: “uno de los de los retos actuales es cómo actualizar la teoría de la determinación social o, como decimos hace bastante tiempo, la determinación socioambiental de los procesos salud enfermedad y de la producción de desigualdades e inequidades en la sociedad y cómo comprender la complejidad del tejido social y de los distintos tipos de desarrollo capitalista con traducciones y posibilidades populares emancipatorias, en cada momento y en cada territorio, región, incluso, de Latinoamérica”.
Respecto a los fundamentos del pensamiento crítico en salud colectiva, Firpo Porto menciona que tanto en su país, como en la región, un aspecto relevante es “la aproximación con los movimientos sociales y la idea de educación popular en salud, porque Brasil es Latinoamérica, es la tierra de Paulo Freire y de muchos de otros grandes, no solamente de la pedagogía de la educación de las ciencias sociales humanas para pensar la aproximación y los procesos, también, de opresión y de transformación a partir del diálogo con las fuerzas vivas de los trabajadores, de los negros y de los pueblos originarios, que se empezaron a tener cada vez más importancia”.
Por su parte, Hugo Spinelli durante su intervención hizo referencia a cómo Chile fue pionero en las ideas de la salud colectiva dentro de América Latina y que, en esta parte del mundo, existe “mucha medicina social sin que, necesariamente, sea de corriente marxista, con figuras muy importantes. Por ejemplo, en Brasil, Josué de Castro es la figura de un médico que en el nordeste brasilero problematiza el tema de la desnutrición infantil, sin marco teórico sociológico, pero con un fuerte marco empírico y ahí, sería evidente lo de Paulo Freire: ‘la cabeza piensa donde los pies pisan’”.
Aquí, el doctor Spinelli menciona tres casos de actores de la salud que sin formación marxista, “son profesionales de la salud que no son ciegos. Cualquier profesional de la salud que tenga una matriz humanista tiene que sensibilizarse frente a las cosas que ve porque, indudablemente, no hay que ser un epidemiólogo basado en Big Data para darse cuenta que la pobreza produce enfermedad.”
Luego de la primera parte del evento la profesora y antropóloga Ana María Oyarce, comentó: "me parece que se han tocado temas fundamentales, que de alguna manera definen el campo de la salud colectiva, como lo son; el pensamiento crítico, el eje transformativo contra las desigualdades e inequidades, que son características estructurales de las sociedades latinoamericanas y también, el tema del objetivo emancipador que tiene la salud colectiva" e invitó a los panelistas a reflexionar sobre la incorporación de las cosmovisiones y epistemologías de los pueblos indígenas de este territorio.
En este punto, ambos expertos internacionales expresaron que la integración de estas dimensiones ancestrales representan un desafío en la actualidad y que la racionalidad cartesiana, europea, supone un obstáculo que simplifica la realidad de las poblaciones y los sujetos a categorías racionales que alejan a los profesionales sanitarios en formación, de las experiencias que se viven día a día en terreno.
"Para hacer hay que estar; vuelvo a repetir a Freire, 'la cabeza piensa donde los pies pisan' y esto se hace en diálogo con otras cuestiones. No sólo interviene el conocimiento científico, intervienen los saberes populares, otras racionalidades y la complejidad de lo social es tan compleja que a los egresados universitarios nos asusta", explicó Hugo Spinelli.
Para finalizar la jornada, los invitados profundizaron en los desafíos que tiene la salud colectiva en la actualidad y cómo están articulando su quehacer profesional en dicho contexto. Por su parte, Elis Borde, profesora adjunta de la Facultad de Medicina de la Universidad Minas Gerais, en Belo Horizonte, Brasil, logró conectarse al término del encuentro, para agradecer la invitación y comprometer su participación en una próxima instancia.
Sobre los panelistas
Hugo Spinelli, médico y Doctor en Salud Colectiva por el Departamento de Medicina Preventiva de la Facultad de Medicina de la Universidad de Campinas-SP-Brasil; profesor investigador titular por concurso de la asignatura: Gestión de Organizaciones de Salud; director del Instituto de Salud Colectiva de la Universidad Nacional de Lanús- Buenos Aires Argentina.
Ha desarrollado experiencias en el campo sociosanitario en temáticas de gestión, planificación, ciencias sociales y salud y epidemiología. Además, tiene experiencia en el diseño y gestión de carreras de postgrados en el campo de la salud colectiva, así como también, como editor de publicaciones científicas.
Marcelo Firpo Porto, reconocido académico internacional, visita por primera vez el país y destaca por sus elaboraciones conceptuales y metodológicas en torno a la promoción de la salud, estrechamente ligado a la emancipación social y al equilibrio ecológico.
Licenciado en Ingeniería de Producción y en Psicología; máster y doctorado en Ingeniería de Producción; con doctorado y posdoctorado en Medicina Social en la Universidad de Frankfurt; investigador desde 1986 en el Centro de Estudios en Salud Ocupacional y Ecología Humana de la Escuela Nacional de Salud Pública Sergio Arouca, Fundación Oswaldo Cruz. Desde 2017, es investigador asociado del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra y actualmente, es profesor del programa de Salud Pública (maestría y doctorado) de la ENSP/FIOCRUZ y participa como profesor invitado en varios cursos de postgrado y maestría.
Para conocer en detalle las intervenciones de los panelistas internacionales invitados al seminario organizado por el programa Salud y Comunidad de la Escuela de Salud Pública, puedes ver el registro de la transmisión en vivo, acá: https://www.youtube.com/live/_4AkJWj0Ql4?feature=share