La bienvenida a cargo de Felipe Medina, académico del Programa de Bioestadística, dio el vamos al encuentro que se inició con el saludo del Dr. Óscar Arteaga, director de la Escuela de Salud Pública, destacó los 40 años de existencia del programa de Magíster en Bioestadística de la Escuela y relevó el vínculo de la institución con la profesional invitada.
"Esta es una conferencia significativa en un mundo en el que los datos han ido cobrando cada vez más importancia y planteando, además, enormes dilemas éticos respecto de cómo se manejan; cómo se protegen y cómo se usan para poder tomar decisiones en materia de políticas públicas", expresó el director.
La charla, "Bioestadística de datos en salud pública, la fuerza de los datos", se basó en cuatro tópicos principales que Gloria Icaza denominó como; contexto histórico, la Bioestadística como Ciencia Social , proyecto Atlas de Mortalidad y la desigualdad mata.
”Este hermoso proyecto que fue el Atlas de mortalidad parte con el estímulo de haber recibido, el año 97, el Atlas de mortalidad general. Lo tuve en mis manos cuando recién había obtenido mi Doctorado en Bioestadística; ahí sentí que ése era el trabajo que me podía dar sentido el haber hecho un Doctorado, porque metodológicamente era desafiante, con el resultado de ser un mapa de colores que era atractivo y de utilidad”, comenzó la conferencista para ilustrar el camino del proyecto que le llevó a publicar en 2013 la investigación: “Atlas de mortalidad en Chile”.
“Que Chile tenga la posibilidad de usar los datos de mortalidad (el sistema de estadísticas vitales), no todos los países lo tienen, es producto de muchos años de trabajo y han sido catalogados de buena calidad en distintas publicaciones. Hay datos que nos permiten hacer este trabajo y hay desafíos para entender cuáles son los indicadores epidemiológicos de riesgo que nos interesa observar”, explicó y pasó a detallar las claves para leer el Atlas con un mapa de Chile con colores que corresponden a ciertas categorías para indicar riesgo de cáncer, por comuna.
Frente a los resultados contenidos en la gráfica expuesta, la académica mencionó: “los estadísticos trabajamos con incertidumbre y siempre somos conservadores en nuestras conclusiones porque siempre hay un riesgo al error. Aquí no está la verdad, pero ahí está la fuerza de los datos; cuando ya hay una evidencia tan potente que no es discutible”.
De esta forma, contó cómo, a su juicio, estos datos se relacionan con las protestas sociales de 2019, haciendo alusión a que “la desigualdad mata”. Así, comentó que en esa época abrió una cuenta de Twitter para compartir infografías, usando el Atlas de mortalidad, lo que le llevó a tener una visibilidad -que piensa-, le llevó a ser convocada para el cargo que ostenta hoy.
“Por algo fue que, quizás, me invitaron a ser SEREMI; por esas ganas de hacer algo que creo fue muy apropiado, porque me ha permitido seguir en la calle. Esto nos da la oportunidad, con muchas frustraciones y muchos problemas, de estar ahí, de conocer in situ, problemáticas antiguas que creíamos olvidadas; cosas básicas de las que hablaba el doctor Allende en el año 39, todavía están presentes en el territorio", expresó.
Para finalizar su presentación, la destacada bioestadística se comprometió a mantener el trabajo para mejorar la calidad de vida, tanto de los y las habitantes de la región del Maule, como de todas las personas que viven en Chile.
Posteriormente, se dio paso al diálogo con las y los asistentes en la sala, así como también, con la audiencia de la transmisión por Youtube. En la ocasión, las personas que tomaron la palabra, expresaron gran admiración por la Dra. Icaza, dando cuenta de que su trabajo ha significado una gran inspiración para investigaciones científicas y el quehacer en medicina.
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