El pasado 27 de septiembre, se realizó la ceremonia de cierre de la primera versión del Programa de Formación Inter-Niveles en Cáncer, un esfuerzo conjunto del Servicio de Salud Metropolitano Norte (SSMN) y diversas instituciones de salud, incluido el Instituto Nacional de Cáncer (Incáncer), el Hospital San José y la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile. Durante el evento, 38 médicos de 24 Centros de Salud Familiar (Cesfam) recibieron certificados tras completar pasantías en el nivel secundario, marcando un paso significativo hacia el fortalecimiento del diagnóstico oportuno de cáncer en la comunidad.
La actividad, enmarcada en el proyecto EquityCancer – LA, contó con la presencia del Dr. Osvaldo Salgado Subsecretario del Ministerio de Salud Pública, la Doctora Lorena Rodríguez Osiac, directora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, la doctora Berta Cerda, Directora del Incáncer, el Dr. Antonio Infante director del SSMN, entre otros.
Durante su saludo, la doctora Lorena Rodríguez Osiac, directora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, abordó la relevancia del contexto en el que se desarrolla la atención oncológica: “Tratar a una persona de la mejor manera posible es crucial, pero debemos recordar que esa persona regresa a un contexto que puede influir en su salud. Necesitamos políticas públicas que mejoren esos entornos y esta iniciativa va en esa línea”.
La actividad contempló una presentación síntesis de los avances del Programa de Formación “Construyendo capacidades para el diagnóstico oportuno de Cáncer en la Red del SSMN”, presentación que estuvo a cargo de las enfermeras Glasfira Leyton y María Alejandra Cura. Además, se realizó una mesa de reflexiones con algunos de los profesionales participantes, ocasión en la cual Isabel Abarca Baeza, Subdirectora de Desarrollo Institucional del Incancer, quien moderó el espacio, destacó la importancia de la formación continua en la atención de salud: “Agradecemos a todos los involucrados por compartir sus evaluaciones y sugerencias de mejora. Su mirada centrada en los pacientes será crucial para enriquecer las próximas versiones del programa”.
El programa se diseñó para ser flexible y adaptarse a las necesidades de los profesionales y la comunidad. Según Isabel Margarita Abarca, “la esencia del programa es mantener la capacidad de evolución y sensibilidad a nuevas propuestas, lo que es fundamental para su éxito a largo plazo”.
Por su parte Pamela Eguiguren, Investigadora Principal de Equity LA II en Chile, y académica de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, resaltó el impacto de esta iniciativa: “La importancia de la finalización de esta primera versión radica en que hemos creado un espacio formativo aplicado, donde los médicos de atención primaria pueden interactuar con profesionales de niveles superiores. Este tipo de aprendizaje compartido es esencial para mejorar el acceso temprano al diagnóstico”. Añadió que “los docentes son los propios especialistas del nivel secundario, lo que permite que los médicos de atención primaria adquieran conocimientos cruciales sobre cómo establecer sospechas diagnósticas adecuadas y derivar a los pacientes de manera efectiva”.
Destacó también la importancia de los resultados del programa: “Hemos identificado dificultades en el establecimiento de diagnósticos iniciales, lo que requiere una coordinación efectiva entre los diferentes niveles de atención. Este curso muestra que es posible avanzar en esta dirección y que todos los médicos involucrados se sienten ahora más capaces y seguros para enfrentar estos desafíos”.
El éxito de esta iniciativa reafirma el compromiso de la red pública por mejorar la pesquisa, diagnóstico y manejo integral del cáncer, con un enfoque colaborativo y multidisciplinario. “Cada paso que damos en este programa es un avance hacia la atención de calidad que nuestros pacientes merecen”, finalizó Pamela.
Por su parte, Paula Sarmiento, Enfermera Gestora de Casos Oncológicos y Tutora del Programa, enfatizó los beneficios de la colaboración: “Desde el minuto uno, ha sido súper enriquecedor. El conocernos y vernos las caras fue el primer paso para comenzar a trabajar en equipo. Ahora, los médicos se sienten empoderados y tienen un mayor conocimiento sobre las vías de derivación, lo que ha permitido que la atención y el flujo de pacientes sea más expedito”.
Una segunda versión ya en marcha
El lunes 23 de septiembre comenzó, además, la segunda versión del programa, con la participación de 39 médicos que ya están en contacto con especialistas de los niveles secundarios y terciarios. Esto representa un avance en la integración de la atención oncológica, y la iniciativa ha sido diseñada colaborativamente para abordar las necesidades específicas de la población.
En esta línea Paula Sarmiento también compartió su entusiasmo por la segunda versión del programa: “Los participantes ya saben a qué vienen, y hay un interés mucho mayor. Esto se traduce en un trabajo más efectivo y en un fortalecimiento de los lazos entre nosotros”. Aseguró que el feedback recibido ha sido motivador y que “la clave es formalizar y protocolizar los flujos de atención, para que sean más sistemáticos y efectivos”.
Con la llegada de la segunda versión, se espera que el programa continúe fortaleciendo los lazos entre los profesionales de la salud y mejore la atención oncológica en la Región Metropolitana. “Esperamos que este esfuerzo se mantenga en el tiempo y que todos los involucrados continúen trabajando juntos para el bienestar de los pacientes”, concluyó Paula Sarmiento.