La Escuela de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, ha dado un paso significativo en el ámbito de la salud global con la ejecución del proyecto “Iniciativas de Promoción sobre Salud Mental dirigida a población migrante, refugiada y de acogida en las regiones de Tarapacá, Coquimbo, Bío Bío y Metropolitana”. Bajo la coordinación de Alex Alarcón, jefe del Programa de Salud Global, esta iniciativa busca promover el bienestar emocional de personas migrantes y refugiadas, proporcionando herramientas para desarrollar hábitos de vida saludable y pautas de autocuidado que faciliten su integración social.
“Lo más destacado de este proyecto es que no solo entregamos información, sino que también fortalecemos habilidades psicoemocionales esenciales para el bienestar individual, familiar y comunitario”, explica Alarcón.
Entre sus objetivos, el proyecto contempla tres pilares fundamentales a) Acceso a información: Facilitar a las personas migrantes el acceso a programas y líneas de asistencia en salud mental, mediante un mapeo exhaustivo de la red de servicios disponibles en las regiones seleccionadas. b) Fortalecimiento psicoemocional: Realizar talleres grupales y consultas individuales que promuevan habilidades psicoemocionales, con un enfoque especial en mujeres migrantes con niños pequeños.c) Promoción de la salud mental: Integrar el bienestar psicosocial en las comunidades a través de capacitaciones dirigidas a las mesas regionales de migración.
Según explica Alarcón, el trabajo en terreno comenzó en noviembre, con actividades en Iquique, Concepción, Santiago y La Serena. Las jornadas se dividieron en tres etapas que permitieron un abordaje integral de las necesidades de las personas migrantes: “Capacitaciones iniciales: Cada jornada comenzaba con un taller de capacitación enfocado en la promoción de la salud mental y el bienestar psicosocial de las personas migrantes. Estas capacitaciones estaban dirigidas a integrantes de las mesas regionales de migración, lideradas por servicios de salud y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) a través de sus Puntos de Atención y Orientación (PAO). Esta fase, sentaba las bases para una intervención colaborativa y coordinada”.
También detalló el trabajo en Talleres grupales: “Durante las tardes, los equipos realizaban talleres grupales de apoyo psicológico. Estos talleres, con grupos de entre 10 y 15 personas, servían para identificar casos específicos de personas migrantes que requerían un apoyo más personalizado. Esta fase fue clave para profundizar en las redes locales y territoriales, fomentando el vínculo directo con las comunidades”.
Finalmente explica el coordinador, se desarrollan Consultas individuales: “en una etapa más específica, se llevaron a cabo consultas psicológicas individuales o consejerías en salud mental, enfocadas principalmente en mujeres migrantes con niños pequeños. Estas consultas, lideradas por Hellen Cisternas y Soledad Pérez, académicas colaboradoras del Programa de Salud Global, permitieron brindar un apoyo especializado y personalizado”.
“Este enfoque metodológico nos permitió pasar de lo general a lo específico, abordando a las personas migrantes desde una perspectiva integral”, agrega Alarcón.
Empoderamiento de conocimientos y nuevas herramientas disponibles
Las capacitaciones realizadas en las mesas regionales de migración tuvieron como objetivo empoderar a los integrantes con conocimientos y herramientas sobre bienestar psicosocial. Estas instancias también facilitaron la articulación con servicios locales, fortaleciendo redes de apoyo y coordinación en las regiones. “A través de estas alianzas locales logramos identificar a personas que requerían apoyo inmediato y derivarlas a los recursos adecuados”, explica el coordinador.
El proyecto, financiado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), también marca un hito para la Facultad de Medicina, que se consolida como socio implementador de esta agencia de Naciones Unidas. “Esto nos posiciona para futuros proyectos y nos convierte en un partner clave para la OIM, algo que antes no existía”, destaca el coordinador.
Actualmente, el equipo está en la fase final, con la meta de atender a 60 personas por región en talleres y consultas. Hellen Cisternas y Soledad Pérez, retomarán el trabajo de campo en febrero para cerrar el ciclo en Tarapacá, Bío Bío y Coquimbo. Este despliegue final se centrará en completar las metas del proyecto y asegurar una evaluación integral de los resultados obtenidos. “Esperamos completar el proyecto el 15 de marzo y entregar el informe final de dicho mes”, concluye Alarcón.
Los encuentros se han realizado en distintos lugares, tanto en INCAMI Parroquia Latinoamericana, Providencia; CESFAM Dr. Víctor Manuel Fernández, Concepción y en el Liceo de Chiguayante. Cabe señalar que esta iniciativa incluye además la documentación de casos y aprendizajes clave que podrán ser replicados en futuras intervenciones similares.