El Programa de Magíster en Bioestadística y el Grupo de Ciencia de Datos para la Salud Pública de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile realizaron el coloquio “Reproducibilidad del análisis de datos y sus desafíos en la práctica diaria”, una actividad que reunió a académicas/os, profesionales y estudiantes para debatir sobre prácticas, herramientas y barreras que influyen en la calidad del análisis de datos en salud pública.
La jornada abrió con las palabras del académico Mauricio Fuentes, quien relevó el origen del encuentro: “Es una alegría poder comenzar esta actividad que esperemos sea la primera versión de esta serie de coloquios que hemos llamado Datos y Relatos. Esta fue una idea que surgió de nuestros estudiantes del Magíster en Bioestadística, quienes organizaron un coloquio más íntimo, pero que inspiró esta versión ampliada junto al Grupo de Ciencia de Datos para la Salud Pública”. Además, subrayó el valor de sostener estas discusiones en la Escuela: “Sería bueno pensar en cómo podemos empezar a involucrar la reproducibilidad en nuestro diario académico; algunos lo hacen más que otros, pero debemos avanzar para que sea parte natural de nuestro trabajo”.
Rodolfo Tasso, estudiante del Magíster en Salud Pública, presentó el marco conceptual del encuentro señalando la relevancia de abordar esta temática. “El 50% de los estudios clínicos no son reproducibles, lo que en 2012 implicó pérdidas estimadas en más de 100 mil millones de dólares. A medida que se adoptaron mejores prácticas, esa brecha bajó significativamente”, explicó. Respecto a la definición operativa, destacó que “la reproducibilidad es obtener los mismos resultados cuando se aplican los mismos procedimientos sobre los mismos datos, asegurando la validez y confiabilidad del conocimiento”. Asimismo, presentó las principales herramientas disponibles en el ámbito científico, subrayando su potencial para mejorar la transparencia y robustez del análisis de datos: “La vigilancia epidemiológica, la formulación de políticas basadas en evidencia y la confianza pública dependen de procesos verificables y transparentes”.
Reproducibilidad, metodologías y desafíos cotidianos en la investigación
A partir de su experiencia investigando y enseñando sobre metodologías en salud pública, la académica Sandra Flores Alvarado profundizó en las brechas estructurales y prácticas que dificultan la reproducibilidad. “La reproducibilidad asegura que los resultados de un análisis sean auditables. No se trata solo de replicar por replicar, sino de garantizar transparencia para la toma de decisiones en políticas y programas de salud”, señaló. En su intervención reflexionó sobre las diferencias entre áreas de investigación: “Es relativamente fácil reproducir un experimento en un laboratorio o en un entorno sintético, pero cuando trabajamos con poblaciones humanas surgen dilemas éticos y metodológicos que hacen más difícil repetir un estudio en sus condiciones originales”.
Flores además destacó cómo la ciencia abierta y la participación ciudadana fortalecen la transparencia del sector público. “Que nuestra investigación sea reproducible también facilita que la ciudadanía pueda hacer seguimiento de dónde vienen los datos para generar políticas y cómo estas se están implementando. Pero para ello necesitamos datos bien documentados, códigos transparentes y repositorios disponibles”.
Sobre los dilemas que surgen al trabajar con datos sensibles de salud, explicó que “hay brechas importantes entre lo que queremos hacer como investigadores y lo que debemos resguardar para proteger la privacidad de las personas”. Frente a ello, destacó tres estrategias claves para avanzar: datos anonimizados, datos sintéticos y uso de datos agregados. “Los datos sintéticos permiten reproducir metodologías sin exponer información sensible, mientras que la agregación y la anonimización avanzada hacen posible trabajar sin vulnerar identidades”, señaló.
También abordó desafíos culturales y prácticos en los equipos interdisciplinarios: “No basta con que una o dos personas sepan usar repositorios o sistematizar el flujo de trabajo; es necesario que todo el equipo tenga nociones básicas. A veces incluso se confunden repositorios de código con repositorios de datos o se mantienen versiones paralelas de documentos, lo que entorpece el proceso. Y otro problema frecuente son los códigos mal documentados o bloques de código que nadie explica y que entorpecen la auditoría”.
Para cerrar la jornada, Mauricio Fuentes reflexionó sobre la necesidad de avanzar en hábitos de trabajo reproducible: “Cuando uno no trabaja así, se imagina que esto toma mucho más tiempo. Pero si uno se acostumbra, el esfuerzo adicional no es tanto. Da susto comenzar porque no es una práctica extendida, pero debemos pensar en cómo incorporarla en nuestro trabajo académico y didáctico”.
Revisa a continuación el registro audiovisual del encuentro
