Virus Ébola

Virus Ébola

Según la Organización Mundial de la Salud, el brote de virus Ebola en tres países africanos es la epidemia más grave de la historia del virus. Por lo mismo, este miércoles y jueves autoridades de 11 países africanos se reunirán en Ghana para discutir los pasos a seguir junto a representantes y expertos de la OMS.

El virus avanza tan rápido que todavía no hay claridad respecto a la cantidad de contagiados ni fallecidos. Por el momento, los casos se mantienen circunscritos a tres países africanos: Guinea Conakry, Liberia y Sierra Leona.

Se habla de más de 400 muertos y 700 contagiados, pero las cifras oficiales se actualizan a diario. La OMS está preocupada, porque en algún momento el virus se puede propagar a otras zonas. De hecho, la autoridad ya no habla de una epidemia en un determinado país, sino de una “crisis subregional”.

Epidemiólogos que vigilan y siguen de cerca el comportamiento del brote y expertos que se instalarán con laboratorios móviles para hacer las confirmaciones tempranas del virus, ya están en la zona afectada. Lo mismo que expertos en gestión de clínicas para que apoyen las labores en terreno, expertos en logística para el despacho de los equipos y materiales necesarios y otros encargados de comunicación y difusión para que informen a la comunidad sobre la enfermedad.

Marcelo Wolff, infectólogo de Clínica Santa María, explica que es un virus recurrente en ciertos países africanos, donde la enfermedad desaparece por algunos años y vuelve con cierta frecuencia. “Es muy grave y tiene manifestaciones que van desde la fiebre, a sentir que les duele todo el cuerpo, tener problemas para respirar, dolor de cabeza y luego se presentan fallas multiorgánicas, en las que fallan todos los órganos, con una mortalidad superior al 60%”. En general, es una enfermedad que tiene un fácil diagnóstico. El problema es el tratamiento. No existen vacunas para combatirla.

Para José Manuel Manríquez, académico del Programa de Epidemiología de la U. de Chile, no existe ninguna estrategia que sea suficiente por sí sola para controlar la enfermedad. “Es uno de los brotes más grandes identificados hasta hoy. Es un virus muy infeccioso, y que presenta el problema de que se transmite de animales a personas, que lo hace difícilmente controlable”, dice.

Además, la zona donde actualmente está la enfermedad presenta características especiales que agravan el cuadro, como la pobreza y patrones culturales que favorecen su transmisión. “Por ejemplo, una forma de despedirse de los muertos es tocarlos y eso hace que el virus se transmita fácilmente. Lo mismo ocurre con la exhumación de cadáveres, que también favorece el contagio. La OMS pone mucha alerta en estos patrones”, explica.

Para Chile, estar lejos de África, en este caso es una ventaja. “Estamos bastante liberados de varias infecciones por el desierto y la cordillera, pero ese patrón ha cambiado por los viajes en avión que permite que las personas puedan trasladar el virus”, dice Manríquez.

Olivia Horna, también académica del Programa de Epidemiología de la U. de Chile, dice que la alerta actual se da porque el virus salió de su área específica, y existe el riesgo de que se propague por Europa. “Llegando a Europa puede diseminarse rápida y fácilmente. Por eso tenemos que estar alerta ante la llegada de personas de esos países, y que tengan algunas características de resfriado común, y que además presenten fiebre alta y fuertes dolores. En esos casos de debería empezar a sospechar”, dice. Y si bien es cierto que la transmisión en África suele darse de animales a personas, en Chile sería de persona a persona, lo que la haría peor.
Sin los vectores (animales que transmiten el virus) habituales como simios y murciélagos de la fruta que habitan la zona de África afectada, el contagio fuera de ese lugar se hace más difícil, porque para que se propague entre humanos es necesario contacto directo con fluidos excretados (saliva, sangre, fecas y otros). Además, cuando la persona infectada puede contagiar a otros ya está con los síntomas, por lo que no existe un período oculto o de ventana que permita el contagio silencioso.

Esta es la razón por la que se habla de grupos familiares enfermos y la OMS hace hincapié en contar con los elementos necesarios para el tratamiento de los pacientes y medidas de seguridad tan básicas como guantes esterilizados para quienes tengan contacto con los enfermos.

Publicado 30/06/2014

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