Registros y reportes de una crisis sanitaria

Más de 1600 personas atendidas y 614 de ellas impactadas con perdigones: las cifras del Movimiento Salud en Resistencia

Cifras del Movimiento Salud en Resistencia desde la revuelta social

El pasado miércoles 4 de diciembre, el Movimiento Salud en Resistencia (MSR) expuso en Valparaíso, en el Congreso Nacional, frente a la Comisión para la Acusación Constitucional en contra del presidente Sebastián Piñera. En dicha ocasión, la organización dio a conocer los registros y estadísticas recopiladas en los primeros cuarenta días de revuelta social. Cabe resaltar que durante el primer mes, en 15 puntos de la red de atención de primeros auxilios de Santiago Centro, se registraron más de 4600 atenciones de personas heridas a consecuencia de la represión ejercida por el Estado durante las manifestaciones. De este total, más de 1600 fueron auxiliadas por equipos y puntos de primeros auxilios del MSR, de los cuales más de la mitad fueron por perdigones, en su mayoría, dirigidos a la zona superior del cuerpo. Asimismo, más de 100 personas recibieron impactos directos de bombas lacrimógenas hacia el cuerpo.

El Movimiento Salud en Resistencia (MSR) surge dentro del contexto de la movilización social que se inició el 18 de octubre de 2019, comenzando su coordinación y funcionamiento desde el día 21 de dicho mes.

Se trata de un equipo multidisciplinario, diverso, autoconvocado y autogestionado, compuesto por estudiantes y trabajadores/as del área de la salud física, salud mental y atención jurídica, entre otros, de distintas universidades, contando durante su trayectoria con la participación de más de 500 voluntarios/as, incluyendo a estudiantes del Programa de Magíster en Salud Pública de la Escuela de Salud Pública quienes se han integrado al análisis y redacción del informe.

Su objetivo es responder a las violaciones a los DDHH de los manifestantes que ejercen su legítimo derecho a protestar, a través de la entrega y coordinación de primeros auxilios y asesoría jurídica. A diferencia de otras organizaciones que prestan atención de salud humanitaria o de beneficencia, el actuar de este Movimiento constituye un acto político de resistencia en la defensa de la dignidad. Por lo tanto, MSR se instala como una forma de protesta y un apoyo al movimiento social que se está desarrollando en Chile, el cual ha sido violentamente reprimido por agentes del Estado, coartando el derecho legítimo de manifestarse.

El trabajo del MSR representa solo a una parte de quienes han prestado primeros auxilios en el sector de Plaza Dignidad. Al primer mes de movilizaciones, un catastro del número de víctimas atendidas por 15 equipos de primeros auxilios en este lugar, arrojó que más de 4.600 personas fueron auxiliadas en puntos fijos de atención, sin considerar aquellas atenciones realizadas por brigadas en la calle. Esta cifra corresponde al doble de personas heridas que presentaron denuncias al INDH en hospitales desde el inicio del estallido social. El Movimiento Salud en Resistencia ha dispuesto, en coordinación y colaboración con distintas organizaciones y comunidades, de puntos fijos de atención de primeros auxilios en lugares como Londres 38, Casa FECh, Teatro del Puente, Junta de Vecinos Blas Cañas, Dardignac 132 y la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile. En estos puntos se han contabilizado 1698 atenciones de primeros auxilios, entre el 21 de octubre y el 29 de noviembre de 2019, de las cuales al menos 1191 corresponden a víctimas de agresiones por agentes del Estado.

Registros y reportes de una crisis sanitaria

Los registros del MSR también permitieron caracterizar la violencia en la salud de los manifestantes. Un 15,4% recibió atención de primeros auxilios por los efectos de gases tóxicos como el lacrimógeno y gas pimientad en piel y mucosas, cuyos efectos son, entre los más recurrentes, la presencia persistente de ardor ocular, irritación de las vías aéreas, sensación de asfixia, quemaduras de primer grado en la piel e incluso pérdida de conciencia, como fue el caso de una mujer embarazada de 7 semanas. Sin embargo, también se han reportado cuadros agudos de náuseas, vómitos explosivos e indigestión en manifestantes y voluntarios/as, que no se explican por el uso de gases conocidos.

Por otro lado, 614 personas fueron auxiliadas producto del uso de escopeta de perdigones antidisturbios, de las cuales, solo el 32% recibió el impacto en miembros inferiores, ya que la mayoría fue direccionado hacia miembros superiores (21,8%), tronco (13,3%), cabeza y cuello (16,7%). Dentro de este último grupo cabe resaltar quienes han sido víctimas de trauma ocular y pérdida de la visión. Los relatos de las víctimas permiten constatar que los disparos fueron percutados a menos de 15 metros de distancia, reportando incluso un caso de disparo directo sobre el muslo de un joven, resultando con el cartucho con 12 perdigones incrustado en su cuerpo. También se han identificado víctimas con hasta 15 perdigones incrustados en distintas partes de su cuerpo.

Pero la violencia no termina ahí, 112 personas recibieron impactos de bombas lacrimógenas, demostrando que ya no están siendo utilizadas únicamente para dispersar con gases, sino como proyectiles dirigidos directamente al cuerpo. De ellas, un 48,7% resultó con lesiones en la zona de la cabeza, ojos y cuello, un 30,3% en miembros inferiores, un 13,2% en miembros superiores y un 7,9% en su tronco, abdomen y pelvis (Figura 2). Estas lesiones producen quemaduras y heridas profundas con alto riesgo de hemorragia e infección, además de afectar gravemente la vida cotidiana y laboral de las personas, debido a que conllevan a una situación de discapacidad temporal o permanente. Uno de los casos reportados corresponde a un trabajador del sector de la construcción cuyo tercio medio del brazo resultó gravemente afectado por el impacto de estos dispositivos en el tejido muscular.

Para Natalí Jarpa, estudiante de enfermería y una de las expositoras del MSR en la comisión revisora de la acusación constitucional, la responsabilidad de esta magnitud de víctimas de la represión es clara y se refleja en esta frase que declaró ante la comisión: “Somos enfáticos en decir que la responsabilidad política de todos los datos que hemos presentado es del presidente de la República Sebastián Piñera (...) la única forma de parar con la crisis sanitaria, de parar con el aumento de heridos es parando la represión en las calles”.


Movimiento Salud en Resistencia

( Descargar informe ampliado en el costado derecho de la pantalla)

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